El Partido Comunes confirmó la muerte violenta de un hombre que se acogió al proceso de paz en el municipio de Ituango, población ubicada en la subregión del norte de Antioquia. El excombatiente fue asesinado, junto a otra persona, por hombres que estarían enfilados en unidades de sicariato del Clan del Golfo.

Se trata de Arley de Jesús Graciano Úsuga, quien apareció sin vida en inmediaciones de la vereda Badillo junto al cuerpo de William de Jesús López Berrío. Ambos fueron abordados en la tarde del pasado 31 de agosto por sujetos armados. Una vez los delincuentes cometieron el doble homicidio, advirtieron que no podrían realizarles la inspección judicial a los cuerpos.

Al parecer, para no correr con el riesgo de las intimidaciones, familias habrían decidido sepultarlos por sus propios medios en la zona rural de Ituango. Así lo dio a conocer un informe que llegó a las oficinas del Partido Comunes en Antioquia, respaldado por las unidades del Ejército Nacional que le hacen frente a la criminalidad en esa zona.

“Integrantes del Clan del Golfo no habrían permitido que se realizara el levantamiento del cuerpo. En atención a la distancia y a las condiciones de seguridad, no se logró establecer si fue realizada la inspección técnica a los dos cadáveres”, se lee en el documento que se escribió este cinco de septiembre tras establecer el crimen en las montañas del norte.

En la vereda Badillo reconocían a Arley por tener un protagonismo activo dentro de la Junta de Acción Comunal y las actividades que allí nacían en el marco de su transición hacia la legalidad. Justamente su padre, Cipriano Graciano Durango, es el presidente de esta agremiación que recoge a los habitantes de este sector de Ituango.

Ahora bien, las autoridades también le dieron puntadas al Partido Comunes sobre los antecedentes que habrían estado relacionados con este asesinato. Aparentemente, en las últimas semanas, la víctima habría sido colaborador de una estructura armada ilegal que delinque en esta zona. Aunque la hipótesis es materia de investigación.

Con base en los estudios del Ejército Nacional, en esta vereda hay fuerte presencia de las disidencias de las Farc por medio del brazo armado de Román Ruiz y las Autodefensas Gaitanistas de Colombia (AGC), como también se hace llamar el Clan del Golfo. Los dos grupos mantienen una confrontación violenta por el control del territorio.

Según el Instituto de Estudios para el Desarrollo y la Paz (Indepaz), en lo que va corrido de 2022, en el departamento de Antioquia han sido asesinados cinco firmantes de paz. Los crímenes han ocurrido en zonas donde operan las organizaciones ilegales: Bello, Campamento, Urrao y Mutatá. Este es el primero que ocurre bajo la presidencia de Petro.

Por otro lado, ante la ocurrencia de violencia en el municipio de Ituango, el mandatario de los colombianos instaló un Puesto de Mando Unificado (PMU) “por la vida” para contrarrestar las acciones que vulneran los derechos humanos de sus habitantes. Hasta julio, la Policía Nacional reportó 22 muertes violentas en esta zona de Antioquia, cuatro ocurrieron en medio de asesinatos múltiples.

Así las cosas, la seguridad de este pueblo se encuentra priorizado entre los 65 municipios del país en el marco del plan de emergencia. Esa asignación se formalizó el pasado 27 de agosto cuando la Comisión de Paz del Senado, junto al presidente Gustavo Petro, dejaron en firme el PMU.

“En estas zonas hay unas economías ilegales, básicamente dos: cocaína y minería ilegal, que, por ejemplo, no están en otras zonas, por razones geológicas, por razones de su ubicación geográfica, y entonces esas otras zonas son menos violentas. Entonces la economía ilegal se vuelve un tema de análisis, porque es el motor de la violencia”, describió el mandatario desde Ituango.