Ricardo Romero, el director de Fiscalías de Medellín, aclaró que Maryori Muñoz Sánchez, la mujer que murió tras ser atacada por su expareja con un químico en el centro comercial Mayorca de Sabaneta, en el departamento de Antioquia, no había denunciado a este hombre por violencia intrafamiliar, como trascendió inicialmente.
Sin embargo, Romero aceptó que la mujer asesinada el pasado miércoles, 15 de marzo, sí se fue a la Comisaría de Familia para pedir ayuda y una orden de alejamiento para sujeto.
“Ella se acercó a la Comisaría de Familia, pero nunca denunció por violencia intrafamiliar. Ella lo que decía que quería solucionar su tema familiar, es decir, que el hombre no se le acercara, y un tema de bienes. De todas maneras, se le hizo el acompañamiento. Había una orden administrativa de alejamiento, pero esta persona no la cumplió”, dijo el director de Fiscalías de Medellín en las últimas horas.
De acuerdo con el secretario de Seguridad de Sabaneta, Mariano Atehortúa, apenas dos días antes del homicidio, la mujer había recibido una orden de protección debido a las agresiones físicas y verbales que presuntamente sufría por parte de su expareja, identificado como Luis Carlos Aguirre Echeverry, de 68 años. Según la Fiscalía, este sujeto no tenía antecedentes judiciales.
La medida de protección ordenaba, entre otras cosas, el alejamiento del sujeto, lo cual no bastó para impedir que llegara hasta el centro comercial y la matara hace una semana.
“La medida de protección ordenaba al hombre abstenerse de agredir y maltratar a la señora Maryori; ordenaba en favor de Maryori Muñoz la orden de protección especial por parte de las autoridades de Policía, y le ordenaba al señor abstenerse a ingresar a cualquier lugar donde se encontrara Maryori”, detalló Atehortúa a Blu Radio.
En ese sentido, la orden responsabilizaba al hombre de los actos de violencia que pudiera sufrir la mujer. “Ella quería conciliar y el señor siempre la estuvo amenazando con que se quería quitar la vida. Eso era lo que ella estaba buscando, salvaguardar la integridad de él”, añadió el funcionario.
Muñoz, de 40 años de edad, tenía dos hijos, producto de otra relación, y era egresada del programa de Administración de Empresas de la Fundación Universitaria María Cano. Antes del ataque, trabajaba, justamente, como administradora del Centro Estético Matiz, Salud y Belleza, ubicado en el centro comercial Mayorca, hasta el cual llegó su expareja para matarla.
La mujer terminó su relación con su asesino el año pasado, debido a incidentes de violencia, pero el hombre no comprendió la decisión y empezó a buscarla en su lugar de residencia, en Sabaneta. Ante el constante hostigamiento, ella decidió irse a vivir a Medellín con sus dos hijos; sin embargo, el acoso y la intimidación no se detuvieron.
“Hace seis meses venía hostigándola y siempre iba a decirle que atentaría contra su integridad. Una persona que ya venía preparando eso durante determinado tiempo y maquinando”, señaló Atehortúa.
El miércoles 15 de marzo, en horas de la tarde, Aguirre convirtió en realidad sus amenazas. La buscó en el local del centro comercial donde trabajaba y le arrojó una sustancia desconocida sobre el cuerpo, misma que le provocó la muerte seis horas después. El sujeto también cayó en el crimen que armó: alcanzó a inhalar el polvo y falleció antes que ella.
De acuerdo con el material recopilado por la administración del centro comercial, ellos intercambiaron palabras en el piso once. De un momento a otro, él soltó un polvo y escapó. La mujer quedó privada y lo mismo pasó con él cuando daba pasos en el tercer piso del edificio.
Los organismos de socorro la recogieron y, de inmediato, fue remitida a un centro médico del municipio de Envigado, mientras que el hombre recibió los primeros auxilios, pero no respondió al tratamiento. Varias horas después, la Alcaldía de Sabaneta informó que perdió la vida en un pasillo del establecimiento producto de un paro cardiorrespiratorio.
“Cuando la señora llega a la clínica, tenía quemaduras de córneas. Adicionalmente, sus vías respiratorias, sus pulmones, estaban totalmente afectados”, informó Atehortúa. No obstante, la muerte de Muñoz estuvo precedida por un conjunto de sintomatologías asociadas a mareo, vómito y dolor de cabeza.
“En Medicina Legal están llevando a cabo todo el tema toxicológico para determinar la sustancia”, sostuvo el secretario de Seguridad.
Las personas que atendieron a la mujer y su agresor también fueron contagiadas por el químico. Solo en el centro comercial, tres personas más manifestaron malestar general. Se trata de dos uniformados que acudieron al llamado de urgencia y una integrante del Cuerpo de Bomberos de esta localidad. La lista de afectados aumentó con el paso de las horas.
Por medio de un comunicado de prensa, la Clínica Las Américas expuso que el personal médico y asistencial presentó dolor de cabeza, vómito y mareos. En otro informe se aclaró que los afectados están fuera de peligro.
Los gramos del químico que no utilizó el hombre están bajo custodia del Cuerpo Técnico de Investigación (CTI) de la Fiscalía. La bolsa transparente fue recuperada en el baño y en un laboratorio están tratando de dar con las composiciones que fueron letales para los dos. De manera preliminar, se maneja el hecho como un feminicidio y un suicidio.