En la noche de este martes 6 de agosto se presentó un aparatoso accidente de tránsito en la autopista Medellín – Bogotá, en la jurisdicción del municipio de Cocorná (Antioquia).

Según el reporte de la Seccional de Tránsito y Transporte, una camioneta que prestaba el servicio público de pasajeros se chocó y quedó volcada sobre la carretera.

En efecto, resultaron heridas siete personas. Entre las afectadas hay una menor de edad y varios adultos mayores, quienes fueron remitidos a los centros hospitalarios de la región.

El reporte preliminar da cuenta de traumas leves, laceraciones en diferentes partes del cuerpo y algunas fracturas entre los ocupantes, pero las condiciones son óptimas.

La principal hipótesis que tienen las autoridades para explicar las causas del siniestro es que, presuntamente, faltó precaución para conducir sobre el piso húmedo.

Vale la pena recordar que en este tramo vial hay ciertos límites de velocidad que los conductores deben adoptar a la hora de movilizarse en vehículos y motocicletas para evitar accidentes.

Desde el sector de Zamora hasta el Alto de la Virgen, se tiene permitido un máximo de 60 kilómetros por hora. Desde el Alto de la Virgen hasta El Santuario, el tope son 80 kilómetros por hora.

Hay una excepción: cuando se cruce por los pasos urbanos, los centros educativos y los espacios peatonales, los actores viales deberán reducir la velocidad a 30 kilómetros por hora.

Autopista Medellín - Bogotá, imagen de referencia. | Foto: Cortesía: Invías.

Cinco razones para no conducir con los vidrios abajo

Conducir con la ventana abierta puede parecer una opción tentadora en días cálidos o para disfrutar del aire fresco, pero esta práctica puede acarrear una serie de problemas tanto para el conductor, como para los pasajeros y el propio vehículo.

Debido a esto, acá hay cinco razones por las que expertos en el mundo automotor recomiendan conducir siempre con los cristales arriba, pues de esta manera se estaría garantizando la seguridad de los ocupantes y la duración de algunas partes del vehículo.

  • Mayor ruido y fatiga del conductor: el ruido del viento generado por tener las ventanas abiertas puede ser considerable, especialmente a velocidades elevadas. Este ruido puede ser molesto e incluso fatigante para el conductor a largo plazo, lo que puede disminuir la concentración y aumentar el riesgo de accidentes.
  • Impacto en la seguridad y la aerodinámica: la aerodinámica de un vehículo se ve comprometida cuando las ventanas están abiertas, lo que puede afectar negativamente su estabilidad y manejo, especialmente a altas velocidades. Además, en caso de accidente, las ventanas abiertas pueden interferir con la eficacia de los sistemas de seguridad como los airbags, aumentando el riesgo de lesiones.
Conducir con los vidrios abajo puede afectar la concentración del conductor. | Foto: Getty Images / Neleman Initiative, LLC
  • Mayor exposición a contaminantes y elementos externos: conducir con las ventanas abiertas expone a los ocupantes del vehículo a una mayor cantidad de contaminantes ambientales, como el humo de escape de otros vehículos, polvo, polen y partículas en suspensión. Esto puede afectar la calidad del aire dentro del automóvil y, en el caso de personas con alergias o problemas respiratorios, puede ser especialmente perjudicial.
  • Desgaste prematuro del interior del vehículo: la exposición constante al viento, el polvo y otros elementos externos puede causar un desgaste prematuro en el interior del vehículo, incluyendo los asientos, alfombras y paneles interiores. Esto puede resultar en una disminución del valor estético y de reventa del automóvil, así como en costos adicionales de mantenimiento y limpieza.