En Colombia, la negociación del gobierno Petro con el Clan del Golfo ha desatado todo tipo de críticas, entre ellas, la de Andrés Julián Rendón, gobernador del departamento de Antioquia, donde este grupo armado ilegal delinque mayormente.
“Abrirle las puertas a una negociación con el Clan del Golfo es una cachetada a los Antioqueños. La violencia en el Nordeste, Bajo Cauca y en el Oriente del Departamento arrecia por la presencia de este grupo criminal que posa de contrainsurgente. Es además una burla a nuestra Fuerza Pública. Hoy el único interés de esos criminales es competirse las rentas criminales, por el tráfico de estupefacientes y minería ilegal, con los que posan de insurgentes”, dijo el mandatario departamental.
Actualmente, el Clan del Golfo delinque en 80 municipios de Antioquia ubicados en ocho de las nueve subregiones. La organización criminal tiene una fuerte presencia en el Bajo Cauca, el Nordeste, el Occidente y Urabá —donde se estima una injerencia en el 100 por ciento de sus poblaciones—, y una reciente expansión hacia el Norte y el Oriente.
Con el fin de mantener sus rentas criminales, el Clan del Golfo dinamiza delitos como el homicidio, las amenazas, extorsiones y desplazamientos de la población civil en las zonas donde delinque.
El incremento de los homicidios en subregiones como el Bajo Cauca y Nordeste, se explica por la presencia de la estructura criminal y la concentración de las economías ilegales.
“Nuestra visión es diferente: la paz es seguridad, la paz es justicia, la paz son oportunidades sociales”, afirmó Andrés Julián Rendón.
Cambian de nombre
El Clan del Golfo es una de las organizaciones criminales más potentes del país: sus integrantes tienen un imperio de cocaína y controlan territorios enteros en Antioquia, Chocó y Córdoba. El grupo criminal, originalmente denominado como Autodefensas Gaitanistas de Colombia, ahora se presentará de otra manera.
Según fuentes del Ejército Nacional consultadas por SEMANA, el cambio de ‘marca’ obedecería a un afán de buscar legitimidad y espacio político ante una eventual negociación con el Gobierno nacional, en el marco del proyecto de la ‘paz total’, cuyos acercamientos se han fracturado por incumplimientos de los combatientes.
Algunas fracciones de la estructura que construyó alias Otoniel, hoy privado de la libertad en Estados Unidos, se están presentado en público como el ‘EGC’, abreviación de ‘Ejército Gaitanista de Colombia’, así lo oficializó alias Jerónimo, principal cabecilla del grupo, en un video que circula en internet.
En la comunicación, verificada por unidades de inteligencia militar, el líder aseguró que el EGC es una organización político-militar que tendría el propósito de sentarse en una mesa con los delegados del presidente Gustavo Petro. Allí también se quejó de la figura de “blindaje” que estaría beneficiando a las “guerrillas”.
En un fragmento de la grabación, se le escuchó decir lo siguiente: “Queremos dar a conocer que, debido a las negociaciones que adelantan las guerrillas con el gobierno de turno, han pretendido recuperar los territorios que han perdido en confrontación con nuestra organización”. Esto se ha dado fuertemente en Antioquia y Chocó.
Jerónimo aseguró que su banda tiene en firme un cese al fuego unilateral. Solo estaría atacando en caso de que sus integrantes sean violentados. Sin embargo, las pruebas recopiladas por el Ejército, la Policía y la Fiscalía General de la Nación ponen en evidencia un escenario completamente diferente.