El gobernador de Antioquia, Andrés Julián Rendón, se negó a hablar con el Gobierno nacional sobre los estragos que genera el Clan del Golfo en esta región de Colombia. La conversación se programó en el marco de los acercamientos de paz que avaló el presidente Gustavo Petro con los herederos de alias Otoniel.
La invitación llegó el 4 de noviembre al despacho del mandatario departamental con la firma de Álvaro Jiménez, el coordinador de la delegación del Ejecutivo para el “espacio de conversaciones socio jurídicas con el Clan del Golfo”, para que asistiera a un encuentro presencial el 6 de noviembre en el municipio de Barrancabermeja (Santander).
“Es de vital importancia conocer las impresiones que usted tiene como autoridad local sobre los efectos que tiene en su territorio la presencia del Clan del Golfo. Por ello, le invitamos a una sesión de escucha e intercambio que realizaremos en la Universidad Industrial de Santander”, se lee en la misiva conocida por SEMANA.
En el documento se aclaró que el encuentro sería liderado por los representantes del Gobierno nacional. Sin embargo, Rendón no acogió la convocatoria por los reparos que tiene de la ‘paz total’, el programa del presidente Petro que busca desarmar a las organizaciones delincuenciales más peligrosas del país por medio del diálogo.
“La respuesta también es no. En el norte, nordeste, Bajo cauca y en el oriente de Antioquia el Clan del Golfo es el responsable de desplazamientos, confinamiento, microtráfico, homicidios, minería ilegal. Cada vez son más ricos de cuenta de las rentas criminales que les llenan sus bolsillos”, señaló el mandatario regional.
Vale la pena recordar que, hace unos meses, la oficina del Alto Comisionado para la Paz invitó a Rendón -y él se negó- a otra conversación sobre el accionar de las disidencias de las Farc en el departamento en medio de las negociaciones con alias Calarcá; el frente 36 y la estructura 18, en alianza con el ELN, aterrorizan a los habitantes de varios municipios.
“Me pregunto desde Antioquia: ¿en dónde viven los integrantes del Gobierno nacional que no se dan cuenta de estas cosas? ¿Qué seguimiento hacen a la situación de seguridad en todo el país? Ni con el Clan del Golfo, ni con disidencias de las Farc, ni con el ELN, ni con bandidos de ninguna pelambre hay cosa alguna que conversar”, agregó el gobernador.
A su juicio, la paz es el imperio de la ley, ofreciendo seguridad, justicia y oportunidades sociales, “no contemporizando con el crimen”. Esta posición no es reciente, incluso fue una de sus banderas en medio de la campaña política que adelantó para llegar a la administración departamental, y ha tenido enfrentamientos con el Gobierno por ello.