El Ministerio de Ambiente anunció un proyecto que buscará controlar la expansión de los hipopótamos que están en el Magdalena Medio, una herencia que dejó Pablo Escobar y hoy amenaza a los habitantes de la región.
Después de un largo debate, se tomó la decisión de esterilizar a una parte de la especie que fue declarada exótica invasora por los estragos que puede protagonizar, no solo contra la población civil, sino con los ecosistemas.
La medida se dio tras un convenio firmado con Cornare y la Gobernación de Antioquia. Cada procedimiento tiene un costo de 40 millones de pesos y se le piensa aplicar a 20 animales en lo que resta del 2023, es decir, vale 800 millones de pesos.
El plan para el 2024 es que otros 40 hipopótamos pasen por el quirófano al aire libre que se instalará en el Magdalena Medio bajo estándares de seguridad que serán monitoreados por las autoridades ambientales del departamento.
El Ministerio reconoció que es un procedimiento complejo y costoso, dado que solo permite una esterilización por jornada, cada una de 7 horas. Sobre la mesa hay varios riesgos que podrían enfrentar los animales en medio de la intervención veterinaria.
“Representa riesgos para los animales como muerte del individuo, reacción alérgica a la anestesia, amenazas para el equipo humano en campo”, reportó la entidad. Hay otras alternativas sobre la mesa que, de momento, están siendo estudiadas.
El traslado de hipopótamos
Aunque expertos consideran viable la caza de control, translocación y confinamiento de los hipopótamos, la segunda alternativa es la que mayor relevancia cobra entre las autoridades locales y ya se han dado pasos importantes en la negociación.
La Gobernación de Antioquia quiere enviar a 70 hipopótamos a varios rincones del mundo para reducir la presión.
La operación logística para India y México está avaluada en 3,5 millones de dólares, dado que los traslados serían aéreos. El dinero lo suministrarían privados y solo falta el visto bueno del Gobierno nacional para montarlos en los aviones.
Esta iniciativa no es del agrado del Ministerio de Ambiente, porque la dificultad que tiene Colombia podría repetirse en otros lugares.
Esa cartera le puso freno al viaje, lo que causó molestia en el departamento. Mientras el mandatario regional, Aníbal Gaviria Correa, pidió acelerar el proceso, en Bogotá le sugirieron tener paciencia porque la situación no es fácil.
Otro de los enredos es que no se tiene información de las condiciones en la que estarán los animales una vez salgan del país y no se les emitirá el pasaporte hasta que se asegure su bienestar.
La primera fórmula sería la esterilización. Según Cornare, el 48 por ciento son crías juveniles de hipopótamos, el 29 por ciento son adultos y el 23 por ciento restante son subadultos.
¿Y la eutanasia?
El gobernador de Antioquia se mostró en desacuerdo con la aplicación de la eutanasia porque “somos un gobierno defensor de la vida no solo humana, sino en forma holística. Vamos a perseverar, no nos vamos a rendir”.
La familia de Pablo Escobar también mostró sus reparos sobre el manejo de los animales que se multiplicaron una vez el capo los trajo a Colombia y los encerró en el zoológico que construyó en la Hacienda Nápoles, en Antioquia.
“Respetarles la vida porque son unos animales que no tienen la culpa de lo que pasó y aprovecharlos para hacer turismo, que la gente que vive en las riberas pueda llevar a la gente para que los conozca, con todo el respeto del mundo, para que les genere rentabilidad, no asesinarlos”, dijo su sobrino, Nicolás Escobar.