La Policía Nacional anunció la captura de un hombre, de 18 años, que es señalado de infiltrar las tropas del Ejército Nacional para facilitar las actividades criminales de las Autodefensas Gaitanistas de Colombia (AGC) en el departamento de Antioquia.
Alias el Pupilo, Gomelo o Paisa, como se presentaba el presunto delincuente, fue sorprendido por las autoridades en el barrio Villa Hermosa de Ituango. Las investigaciones advierten que él se habría tomado las calles de este municipio con el propósito de promover los intereses de la subestructura de Edwin Román Velásquez Valle.
Incluso, una de las anotaciones que llamó la atención es que habría prestado el servicio militar para espiar las operaciones de los uniformados y alertar a sus compañeros sobre los movimientos. Así fue revelado este fin de semana por el comando de la Policía en Antioquia:
“Se desempeñaba como integrante urbano de las Autodefensas y habría ingresado a prestar servicio en el Ejército Nacional con el fin de realizar actividades de inteligencia y favorecer las acciones criminales en contra de la fuerza pública”, se lee en un documento dirigido a la opinión pública.
Ahora bien, él fue requerido mediante una orden de capturada emitida por el Juzgado Único Municipal con función de control de garantías de San Andrés de Cuerquia, por los delitos de concierto para delinquir y actos terroristas. Tras la aprehensión, fue dejado a disposición de la Fiscalía de Santa Rosa de Osos.
Así se habría planeado el secuestro de 50 soldados en Antioquia: “El que no vaya, son 300.000 pesos que le cobran”
Audios en poder de la fuerza pública, conocidos por SEMANA, pondría en evidencia el supuesto plan que se armó en Antioquia para secuestrar por cinco horas a cincuenta soldados este sábado, 26 de agosto, mientras adelantaban operaciones contra las disidencias de las Farc que lideran alias Firu, Primo Gay y Macho Viejo.
Los militares estaban en la zona rural de Campamento cuando fueron sorprendidos por campesinos que los habrían intimidado con arrebatarles el armamento si no se retiraban del lugar. Ellos alegaron que, en vez de darles seguridad, los pondrían en riesgo ante las estructuras armadas que delinquen en el pueblo.
Sin embargo, las autoridades sospechan que la iniciativa de expulsión habría sido ordenada por la guerrilla. Se cree, presuntamente, que los presidentes de las juntas de acción comunal fueron citados y recibieron las instrucciones para frenar la misión de los uniformados. Sobre la mesa pondrían advertencias y extorsiones.
En un audio se le escucha decir a quien sería un líder del municipio: “Me comunican que hay una movilización a partir del sábado, a cualquier hora. Los que vayan a moler, que muelan mañana. El sábado, que esté la gente disponible. El que no vaya, son 300 mil pesos que le cobran, y le cobra es la junta”.
En un supuesto pacto, se definió que estarían exentos del pago los adultos que tuvieran hijos y los ancianos que no se pudieran mover de sus fincas. Los demás, no tenían excusa para acudir a la sospechosa cita. De acuerdo con la información recopilada por los militares, todo se habría cumplido al pie de la letra.
En otra grabación, quedó registrado un ciudadano que expuso las razones de la detención: “Nosotros vinimos hasta aquí a pedirles el favor de que salgan. Nos vamos a asegurar que no les pase nada. No tenemos ninguna dificultad con ellos. Desde la institución han pasado cosas que no nos permiten tener confianza”.
Al parecer, esto respondería al proyecto de instrumentalización y adoctrinamiento que las disidencias de las Farc están implementando en el departamento de Antioquia de manera clandestina, mientras muestran ante la opinión pública sus deseos de transitar hacia la legalidad por medio de la ‘paz total’.