La Policía Nacional ubicó a dos hombres que habrían participado en el homicidio de un joven en las calles de la capital de Antioquia en la tarde de este 13 de noviembre. En imágenes registradas en las cámaras de seguridad quedó en evidencia cuando acorralaron a la víctima y luego la acribillaron con una pistola.
Los hechos ocurrieron en el barrio Altavista cuando Juan Esteban Ardila Marulanda se estaba movilizando en una motocicleta por las calles de la comuna. Su trayecto fue frenado por cuatro personas que lo interceptaron en la vía. Al parecer, lo obligaron a descender del automotor mientras le apuntaban con armas de fuego.
Los sicarios le exigieron a Ardila Marulanda entrar a un callejón sin salida. En ese momento le descargaron las balas, lo dejaron tirado sobre el asfalto y huyeron del sitio. El estruendo de los impactos encendió las alarmas en el vecindario, que advirtió a los organismos judiciales sobre la balacera.
Una vez se recibió el llamado, las autoridades que estaban patrullando por la zona lograron ingresar a la víctima al servicio de urgencias del hospital más cercano, donde se declaró su muerte pasada las diez de la noche. Las unidades especializadas de la Policía Nacional realizaron la inspección técnica.
El material probatorio recopilado permitió la individualización de dos personas que habrían tenido protagonismo en el homicidio de este joven barbero de 20 años. En las imágenes documentadas se observa el rostro de los dos presuntos sicarios. Ambos quedaron a cargo de la Fiscalía General de la Nación.
Con base en los datos del Sistema de Información para la Seguridad y Convivencia de Medellín, entre el 1.° de enero y el 13 de noviembre de este año, en las calles de la ciudad perdieron la vida 332 personas. Frente a las estadísticas de 2021, hay una disminución del 2,6 %; es decir, nueve casos menos.
Una de las hipótesis que justifica los asesinatos de las últimas semanas es el ajuste de cuentas entre los grupos delincuenciales organizados que operan en el distrito. Los investigadores del ente de acusación han identificado 78 grupos que siembran terror en las comunas. A ellos les suman, al menos, 105 muertes violentas.
Los estudios también ponen en evidencia el alcance que han tomado los hurtos en esta conducta delictiva. 45 homicidios cometidos este año estarían vinculados a atracos. Las alertas están encendidas porque, frente a las estadísticas del año pasado, este fragmento tiene un aumento del 41 %, trece casos más.
Mientras tanto, el resto de los asesinatos reportados en este período tendría como argumento principal faltas de convivencia entre ciudadanos (56), violencia de género (8) y violencia intrafamiliar (4). Vale la pena aclarar que, con corte al 13 de noviembre, falta por categorizar 111 homicidios cometidos en Medellín.
En esa lista está la muerte de un ciudadano vietnamita que apareció sin vida en las calles de la capital de Antioquia tras ser víctima de un supuesto robo mediado por escopolamina. 24 horas antes del hallazgo, el hombre habría pactado un encuentro con una mujer a través de plataformas digitales. Las autoridades estudian este supuesto homicidio.
La víctima fue identificada como Paul Nguyen, de 27 años, que también figura con una nacionalidad americana. Arribó a esta región del país el pasado 6 de noviembre procedente de Estados Unidos en compañía de un amigo, con el objetivo de conocer la cultura paisa. Sin embargo, su paseó terminó en tragedia.
El pasado miércoles tomó la decisión de contactar a una mujer por medio de la red social de Tinder. Acordaron una cita en un establecimiento comercial del exclusivo barrio de El Poblado. Al parecer, después de la cena, se trasladaron hacia otro sitio público de la zona rosa del barrio Laureles, otro sector concurrido de la ciudad.
El compañero con el que llegó a Colombia encendió las alarmas por su extraña desaparición. La Policía Nacional emprendió una búsqueda hasta que encontraron un cadáver en la zona urbana de la ciudad con las características físicas que describieron sus allegados cuando se reportó la misteriosa pérdida. Era Nguyen.