La Policía Nacional desmanteló una banda delincuencial que habría ejecutado cinco secuestros extorsivos en varias subregiones del departamento de Antioquia. Los integrantes serían conductores que prestaban el servicio irregular de transporte público denominado “puerta a puerta”. Identificaban a las víctimas en medio de conversaciones.

La investigación adelantada por las unidades de inteligencia da cuenta que los presuntos ilegales ofrecían los viajes entre los municipios de Segovia, Vegachí, Yalí, Yolombó, Amalfi y Santa Fe de Antioquia. Casualmente, sus clientes eran ciudadanos que gozaban de reconocimiento por sus labores: unos eran comerciantes, otros mineros.

Una vez las personas aceptaban que los trayectos fueran adelantados por los “puerta a puerta”, iniciaba el espionaje para dar con el paradero del sujeto que tendría la capacidad económica para costear una extorsión producto de un secuestro. Esa situación se habría repetido en cinco oportunidades, de acuerdo con las denuncias acumuladas.

En los viajes se habrían ganado la confianza de las siguientes víctimas para extraer detalles de su vida privada. Las preguntas formuladas hacían énfasis sobre los ingresos que gozaban. Más tarde, con los casos documentados y las posibilidades que tendrían de sacarle dinero por la retención, habrían planeado el secuestro de manera milimétrica.

La escena que estaba detrás del delito quedó registrada en varias interceptaciones telefónicas de la Policía Nacional. En un apartado de la grabación, se escucha a dos personas dar órdenes con el fin de tener éxito en una de las operaciones llevadas a cabo en el occidente. Por ejemplo, el camino que debían tomar para esquivar a las autoridades.

El comandante operativo del departamento de Policía en Antioquia, teniente coronel William Daniel Melo, describió que una denuncia aportada por una de las supuestas víctimas desencadenó un proceso riguroso de estudio que concluyó con la captura de nueve presuntos integrantes que estarían relacionados con este delito.

“Una vez perfilada la víctima, esta era seguida por los corredores viales de la región y abordada en zonas apartadas y llevadas a zona rural donde la señal telefónica era intermitente; situación que era aprovechada para iniciar las negociaciones con la familia del cautivo”, afirmó el oficial de la institución que encabezó el operativo.

Esas negociaciones que tramitaban desde el mismo teléfono de la persona que estaba siendo retenida ilegalmente en las montañas de Antioquia. El material probatorio recopilado por las autoridades advierte que las exigencias económicas que habrían pedido a las familias oscilaban entre los doscientos y 1.000 millones de pesos.

Ellos habrían alcanzado a acumular ganancias superiores a los mil millones de pesos producto del secuestro, así lo expusieron los uniformados que le hicieron el seguimiento en las últimas horas a este grupo ilegal en el departamento. Al parecer, ese dinero habría sido invertido por los supuestos ilegales en la compra de vehículos y bienes.

“Algunos de los capturados, entre ellos el cabecilla, registran anotaciones en el Sistema Penal Oral Acusatorio, SPOA, por delitos de extorsión, homicidio, uso de documento falso, acto sexual con menor de 14 años, entre otros”, reveló el comandante operativo del departamento de Policía en Antioquia, teniente coronel William Daniel Melo.

Con base en los datos de Información Estadístico, Delincuencial Contravencional y Operativo de la institución, desde el primero de enero hasta el 31 de agosto de este año, en esta región de país se han presentado 15 denuncias donde advierten sobre presuntos casos de secuestros extorsivos y simples en siete pueblos de las subregiones.

Se tiene antecedentes en las poblaciones de Medellín, Bello, El Carmen de Viboral, Carolina del Príncipe, Remedios, Sabaneta, Salgar y Yolombó. En su mayoría las alertas dan cuenta que la liberación de las víctimas estaba condicionada a la entrega de dinero. Tal como lo cometieron los presuntos integrantes de los “puerta a puerta.