La Gobernación de Antioquia denunció que los grupos armados que delinquen en el departamento se han tomado de manera irregular las instalaciones de, al menos, diez instituciones educativas públicas. Las autoridades judiciales investigan las alertas.
De acuerdo con el material recopilado, los incidentes se habrían presentado en las últimas semanas. Los protagonistas son los integrantes de las disidencias de las Farc, principalmente el frente 36, y los sujetos que están enfilados en el Clan del Golfo.
Se conoció que las aulas que se han llenado de supuestos delincuentes armados están ubicadas en las subregiones del norte y nordeste, donde concentran sus operaciones ilegales, dado que son corredores estratégicos para alcanzar sus objetivos económicos.
La incursión coincide con el regreso a clases de los menores de edad. En municipios como Yarumal y Campamento, los guerrilleros repartieron útiles escolares, mientras cargaban los fusiles. Ellos incitaron a los niños a dibujar y colorear el escudo del grupo que representan.
Esas actividades fueron calificadas por las autoridades regionales como un adoctrinamiento que va en contra del Derecho Internacional Humanitario y se puso en tela de juicio el cumplimiento del cese al fuego de hostilidades en medio de la ‘paz total’.
Así lo manifestó el gobernador Aníbal Gaviria Correa, quien le pidió al Gobierno nacional ajustar el cinturón para vigilar de cerca el cumplimiento de los acuerdos preliminares que ha alcanzado en las negociaciones de transición hacia la legalidad con los delincuentes.
“Hemos encontrado que hay más instituciones en otros municipios que han tenido la presencia de estos grupos al margen de la ley, tanto el Clan del Golfo como las disidencias del frente 36. Las cifras son, más o menos, diez”, comentó el funcionario departamental.
Al parecer, los actores que operan de manera irregular estarían recopilando contactos de docentes y estudiantes. No se descarta que sean víctimas de reclutamiento forzado. También se reveló que piden ayudas económicas para costear sus incursiones armadas.
Frente a este panorama, en un supuesto comunicado dirigido a la opinión pública, las disidencias rompieron el silencio sobre el adoctrinamiento que realizan en los colegios del norte del departamento. Aunque se excusan por los hechos, advierten que lo seguirán haciendo.
Se reconoció que la visita armada a las escuelas de Yarumal (Antioquia) nadó en contra del Derecho Internacional Humanitario. Los integrantes del frente 36 de esta organización ilegal se pasearon con fusiles por las aulas de clase donde estaban menores de edad.
Pero ‘sacaron pecho’ por las actividades que adelantaron: entregaron cuadernos y lápices para el inicio del ciclo escolar a los campesinos, “una insurgencia que históricamente hemos hecho a quienes lo ameritan”, habrían escrito los guerrilleros de esa fracción.
Aunque dijeron que el objetivo no era justificarse por el incidente que protagonizaron y que quedó registrado en escandalosos videos, les reclamaron a las personas que han rechazado la incursión ilegal por no asumir el suministro de los útiles escolares.
“Debían colocarse la mano en el corazón y resolverles, al menos, a la mitad de los cerca de 445.000 estudiantes en Antioquia los kits y, de esa manera, las Farc no tendríamos esa necesidad de hacerlo”, plantearon en el presunto comunicado que circula en la región.
Si bien desde el Gobierno nacional se pidió respetar las reglas del juego y las autoridades departamentales ordenaron apretar las medidas de vigilancia para evitar que estos hechos vuelvan a ocurrir en el departamento, los guerrilleros lanzaron un ultimátum.
Al parecer, tendrían la intensión de retornar a las aulas de clase, pero se ajustarían los protocolos para no poner en riesgo la integridad de los menores de edad. Esto ha sido interpretado como un adoctrinamiento violento, no como una simple donación y servicio.