La Policía Nacional entregó detalles del tripe homicidio que sacude al municipio de Rionegro, Antioquia. El crimen es atribuido, preliminarmente, a la disputa de las organizaciones delincuenciales por el control del tráfico de estupefacientes.
El incidente se presentó en la madrugada de este jueves 19 de enero cuando las víctimas se encontraban al interior de una residencia de la zona urbana. Al parecer, hombres desconocidos accionaron las armas de fuego que portaban sin mediar palabra.
Los ciudadanos que perdieron la vida fueron identificados como Diego León Gómez Tabares, que era conocido en el pueblo con el alias de Coyote; Lina Marcela Ángel Pino, su compañera sentimental; y Brayan Muñoz Pulgarín, nombrado con el alias Bambi.
Se conoció que todos los fallecidos figuraban ante las autoridades judiciales como presuntos responsables de delitos. El proceso de investigación reveló, por ejemplo, que Gómez se encargaba, supuestamente, de la distribución de estupefacientes.
Aunque el estudio de la masacre fue asumido por la Fiscalía General de la Nación, se anticipó que para dar con los responsables se investigará el violento mercado de las drogas que está instalado en esta población del oriente del departamento de Antioquia.
La preocupación de la administración municipal es que el orden público se está viendo alterado por cuenta del tráfico de sustancias psicoactivas y, en lo que va corrido de este año, más de cinco personas han perdido la vida. Las alertas están encendidas por el inminente riesgo.
Así lo reveló el mandatario local, Rodrigo Hernández Álzate, en las últimas horas, al término de un consejo de seguridad tras la matanza: “Estos homicidios presentados en Rionegro [son] una disputa entre criminales. Las tres personas tienen antecedentes”.
Las unidades de inteligencia de la Policía Nacional pusieron en evidencia que la sangrienta confrontación está siendo protagonizada por las personas que están enfiladas en dos bandos: El Mesa y El Alto, los cuales quieren acaparar mayoritariamente el negocio.
Ahora bien, con el registro de las cámaras de seguridad que están instaladas en Rionegro se está tratando de identificar a los homicidas para presentarlos ante las autoridades competentes, con el propósito de que respondan por este escalofriante triple asesinato.
Paralelamente, las autoridades reforzarán las tareas de control y vigilancia para reducir el riesgo que representa el enfrentamiento de los dos actores ilegales, cuyas acciones atemorizan a los habitantes de este municipio, ubicado a 50 minutos de Medellín.
El Instituto de Estudios para el Desarrollo y la Paz (Indepaz) aseguró que esta es la masacre número siete que se presenta en Colombia en lo que va de 2023. Las otras han tenido lugar en Putumayo, Valle del Cauca, La Guajira, Nariño, Norte de Santander y Cauca.
Esta misma organización puso en conversación que el municipio de Rionegro sí operan varios grupos delincuenciales a los que se les podría atribuir el crimen. En la lista está el Clan del Golfo, Clan Isaza, Los Mesa, Pamplona y La Oficina del Valle de Aburrá.
Desde este territorio se han emitido alertas por las complicaciones que trae su operación, tal como lo ha comentado la Defensoría del Pueblo, entidad que solicitó atención especial a las autoridades donde abundan las organizaciones delincuenciales de carácter local.
“Producto de los enfrentamientos entre bandas locales o con posterioridad a estos, directa o indirectamente, se han configurado también restricciones para la población, el mantenimiento y fortalecimiento de su posicionamiento”, citó Indepaz de la Defensoría.
La investigación que adelantó el Instituto de Estudios para el Desarrollo y la Paz tras el triple homicidio da indicios de que el orden público del municipio de Rionegro estaría amenazado por la ilegalidad que se vive en la capital del departamento de Antioquia, dada su cercanía geográfica.