Rompió el silencio la influenciadora paisa que está siendo procesada por el supuesto delito de lavado de activos a favor de una organización delincuencial que operaría en el Urabá antioqueño y estaría al servicio de las Autodefensas Gaitanistas de Colombia (AGC).
La Policía Nacional aseguró que la mujer habría recibido dinero producto de las actividades del tráfico de estupefacientes del Clan Will. Al parecer, con esa plata adquirió bienes muebles e inmuebles en el departamento, avaluados en 818 millones de pesos.
Esos beneficios los habría logrado por ser la presunta compañera extramatrimonial de alias Wilmer, uno de los cabecillas del grupo ilegal. En su expediente figuran viajes nacionales e internacionales y lujosas casas edificadas en zonas vulnerables del municipio de Turbo.
El modus operandi con el que le habría dado apariencia de legalidad a la plata consistiría en la venta de rifas de motocicletas y cirugías estéticas. Además, tendría un parque automotor de más de 80 motos, de último modelo, dedicadas al servicio de transporte público.
La captura: “Es muy duro tener que despertarse con sus hijos en esta situación”
La mujer, de 33 años, cayó en una redada de la Dirección de Investigación Criminal en coordinación con la Fiscalía y el Gobierno de Estados Unidos. Ella fue detenida en su vivienda y trasladada a la ciudad de Medellín, donde enfrentó las acusaciones.
Un juez le impuso la “medida de aseguramiento domiciliaria privativa de la libertad” y regresó al Urabá. Sus allegados decoraron la residencia con globos y mensajes de aliento que registraron en las redes sociales, en medio del ruido que causó su captura.
Ella también volvió a internet y narró la angustia que pasó cuando los uniformados asaltaron su casa por el supuesto delito de lavado de activos: “Es muy duro, uno como madre, tener que despertarse con sus hijos en esta situación, que ellos vean y presencien esto”.
La influencer detalló que las noches fueron terribles, pero cesaron porque ahora está disfrutando de su familia mientras trata de defenderse de las pruebas que la vincularían con el Clan Will, organización que apalancaría los objetivos del Clan del Golfo.
Volvieron las rifas: “Estás a tiempo de participar”
Aunque sus rifas son el elemento que más cuestionan los investigadores, las retomó tras la detención. Al parecer, esta semana estaría sorteando un vehículo cero kilómetros y, si el ganador no lo quiere, podría recibir cincuenta millones de pesos en efectivo.
Si bien, todo pareciera estar normal, sus seguidores le han insistido en dar explicaciones por el proceso penal. Ella les respondió: “Ese temita que todos están pendientes a saber, no me voy a pronunciar porque Dios y el tiempo hablarán por mí. Bendiciones y los amo”.
Antes de retomar las rifas, dejó su posición a la vista: “Me encuentro con los sentimientos revueltos, pero con la mente clara de que nunca haría nada que le cause daño a nadie, que sea Dios tomando el control en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo”.
Su nombre no solo cobra relevancia en las redes sociales, también en el sector empresarial. Según la Policía Nacional, ella tendría a cargo un importante parque automotor de último modelo, en el municipio de Turbo, donde ofrecería el servicio de mototaxi.
Los nexos
Todo empezó por los hallazgos de una investigación adelantada por la Policía Judicial en la que se puso en evidencia una supuesta estructura criminal relacionada con Wilmer, Wilmar, Wilder y William Urrego Torres, conocidos en el mundo criminal como los Will.
“Cuatro hermanos señalados de integrar una red narcotraficante al servicio de las Autodefensas Gaitanistas de Colombia en el Urabá antioqueño”, reportó la institución. En medio de los análisis, se lograron tres capturas de personas que serían cercanas a ellos.
Entre las detenidas está la influencer. Paralelamente, se les aplicó extinción del derecho de dominio a 109 bienes avaluados en más de 8.700 millones de pesos, que serían propiedad del clan familiar. Allí figuran cabañas, residencias de lujo y costosos animales.