Las autoridades en Medellín confirmaron el fallecimiento de un hombre cuyo cadáver apareció en la entrada de uno de los túneles de la quebrada La Guayabal, ubicada en el suroccidente de la ciudad.

Al parecer, el cuerpo sin vida fue encontrado por varias personas que transitaban a la altura del Centro Comercial Mercantil. El reporte del caso señala que el hallazgo se produjo a eso de las 3:00 de la tarde este martes, 7 de febrero, en la carrera 53 con la calle 29A.

Al cierre de esta publicación, el occiso aún no había sido identificado. Sin embargo, las primeras hipótesis indican que se trataría de un habitante en condición de calle conocido bajo el apodo de Tarzán. Se presume que tendría entre 30 y 35 años.

El cuerpo sin vida fue reportado la carrera 53 con la calle 29A. | Foto: Cortesía Alcaldía de Medellín.

El cadáver registraba múltiples golpes en diferentes partes del cuerpo. Medicina Legal realizará el respectivo procedimiento para determinar las causas que ocasionaron su deceso.

Nuevos detalles sobre muerte de sacerdote

Pasan los días y más son los detalles que entregan las autoridades sobre el extraño caso en el que un sacerdote fue hallado muerto en un bar del barrio Laureles, en la ciudad de Medellín.

En un principio, la información entregada por los oficiales de Policía y Fiscalía fue que el cuerpo sin vida fue hallado dentro del lugar, pero sin muchas especificaciones; posteriormente, el CTI reveló -en su investigación- que el sacerdote Javier Eduardo González estaba sentado en una mesa del sitio y cuando los dueños del establecimiento procedían a cerrar, notaron que este seguía allí y tenía su cabeza puesta sobre la mesa.

“Él es encontrado en un establecimiento abierto al público. Aparentemente, cuando van a cerrar el establecimiento comercial, los dueños del lugar evidencian que el señor se encuentra acostado sobre la mesa y al intentar moverlo evidencian de que él había fallecido”, dijo el coronel.

El sacerdote estaba departiendo en un bar con otro hombre momentos antes de morir. | Foto: Tomada de redes sociales

Hasta el momento, de acuerdo con la información suministrada por el subcomandante, Medicina Legal no ha entregado la investigación sobre las causas exactas de la muerte del sacerdote, aunque se especula que fue producto del suministro de escopolamina. Lo que sí indicó el oficial es que algunas de sus pertenencias, como billetera y su reloj, no fueron encontradas junto a su cuerpo.

“De la primera información, posiblemente sí hubo un hurto de algunas de sus pertenencias, pero estamos ya en la investigación, esta investigación la tiene el CTI, esperemos que pronto den más detalles”, anotó el coronel Miranda.

Lo que parece extraño de este caso es que, incluso, los documentos y el celular del sacerdote fueron robados de la escena del crimen y pese a que los testigos han asegurado que se encontraba junto a otro hombre en la mesa antes de ser encontrado sin vida, las autoridades revelaron que entró solo al sitio.

El religioso murió en un bar del barrio Laureles de Medellín. | Foto: Tomada de redes sociales

“Lo primero que tenemos es que llegó solo a la discoteca, y estaba hablando con otra persona, pero hace parte de la investigación que tiene el CTI”, finalizó el coronel.

El religioso, quien tenía 39 años y era oriundo del departamento de Córdoba, ingresó al establecimiento en la noche del viernes.

González era formador en el Seminario Misionero San José de Medellín. La comunidad religiosa de Antioquia ha enviado mensajes de condolencia y exaltado su labor al servicio de la comunidad.

Javier Eduardo González Pertuz es recordado por sus allegados como un hombre alegre y risueño. | Foto: Tomada de redes sociales

“Hizo parte de la historia parroquial como seminarista, acólito y grupo juvenil. En ocasiones recibía sacramentos en este lugar. Un hombre alegre, sencillo y cercano. Oriundos de este barrio: nos unimos a su familia, en este momento pascual con la oración”, dijo la Parroquia Santo Evangelio en sus redes sociales.

Yenny Espitia, prima del sacerdote, publicó un sentido mensaje en sus redes sociales que refleja el dolor que le está causando su muerte: “Parece mentira escuchar que ya no estarás más con nosotros, que ya no volveremos a escuchar tus consejos, que no habrá más de tus risas, de tus anécdotas, de tus oraciones, de ese amor tan grande que siempre tenías para darnos. Fuiste un excelente hijo, hermano, primo, nieto y sacerdote. No tengo palabras para expresar lo agradecida que estoy por todo lo que hiciste por nosotros y lo que hoy me duele tu partida”.