El Área Metropolitana del Valle de Aburrá confirmó el avistamiento de dos perros zorros en diferentes puntos de la ciudad de Medellín. Si bien no representan un riesgo para las comunidades, se emitieron una serie de recomendaciones para cuidarlos.
Los hallazgos se dieron en las inmediaciones del Parque Botero, en pleno centro del distrito, y en los alrededores del Museo Antioquia. Estas apariciones han despertado la curiosidad de las personas, quienes cuestionan si es normal que circulen en la urbanidad.
La respuesta de la autoridad ambiental es que sí es frecuente que estos individuos estén entre las avenidas y los espacios públicos, dado que utilizan los corredores verdes de la subregión para su desplazamiento. Es decir, hay un parte de tranquilidad.
“Esta especie se distribuye naturalmente en el Valle de Aburrá y, desde hace algún tiempo, se ha hecho más común observarlos”, agregó la entidad. Aunque advirtió que no son una especie doméstica: no pueden vivir junto a las personas por sus características.
Los zorros perros no hacen daño. Si en algún momento un ciudadano lo alcanza a percibir, es trascendente no acercarse a ellos ni mucho menos tratar de alimentarlos o capturarlos. Si alguno está en peligro, se podrá encender las alarmas en el celular 3046300090.
Los avistamientos
Uno de los casos más llamativos ocurrió hace unos días en el Aeroparque Juan Pablo II de Medellín por medio de una cámara trampa que fue instalada por el proyecto de telemetría del Área Metropolitana del Valle de Aburrá y el Instituto Humbolt.
El objetivo de la iniciativa es identificar la conectividad biológica de los animales y se pudo avistar a un zorro perro de la especial Cerdocyon thous, cuyo escenario más frecuente son las regiones costeras y montañosas, adaptándose a importantes alturas.
El hallazgo ocurrió el 18 de julio, pasadas las 4:12 de la madrugada. En la pantalla los expertos detallaron cómo olfateaba el lugar y, finalmente, fue cercado por la cámara trampa, maniobra necesaria para la instalación de unos equipos tecnológicos.
Así lo explicó la autoridad ambiental: “A todo animal monitoreado desde nuestro proyecto de telemetría, se le instala un transmisor o dispositivo que cumple con [la] función de [identificar] el desplazamiento de los individuos silvestres por la ciudad”.
Eso ayudará a definir un mapa con el propósito de preservar las zonas por donde se movilizaban. Superada la instalación de los equipos, las especies son liberadas en el mismo sector donde fueron encontrados para que continúen con su función ecosistémica.
“Recuerden que estos animales no representan ninguna amenaza para los ciudadanos del Valle de Aburrá. En caso de que alguno esté en peligro, la recomendación es comunicarse a través de la línea de atención de emergencias de fauna silvestre”, concluyó la entidad.