Este 15 de noviembre se realizará un simulacro de evacuación voluntario en las comunidades que están ubicadas aguas abajo del proyecto de generación de energía de Hidroituango. El proceso se adelantará antes de encender las dos primeras unidades, tal como lo solicitó el presidente Gustavo Petro.

El operativo arrancará a las 9 de la mañana y durará tres horas. Según los cálculos de Empresas Públicas de Medellín (EPM), al menos 3.500 personas que habitan las riberas del río Cauca participarán del proceso que será liderado en cada uno de los territorios por los consejos municipales de gestión del riesgo de desastres.

El rango del simulacro fue extendido en 22 sectores de las poblaciones de Briceño, Ituango, Valdivia y Tarazá: Palestina, La Cristalina, La Rica Torrente, Remolinos, Puerto Valdivia Centro, El Pescado, El Pescadito, Raudal Viejo, sector La Llana, Palomas, Palomas 1, Palomas 2, Palomas 4 y El Quince Alto.

En la lista también aparecen El Quince 2 Centro, El Quince 3 Bajo, La Coposa, El Catorce – La Cancha, El Catorce – Miramar Puquí, El Doce Puquí, Bocas de Purí y Barrio Nuevo. Los habitantes deberán llegar a los puntos de encuentro especificados por cada uno de los organismos de socorro locales.

El simulacro tiene el objetivo de preparar a las comunidades ante cualquier riesgo que se podría presentar en los trabajos que adelanta Hidroituango sobre el río Cauca. Sin embargo, la compañía que tiene a cargo el desarrollo del proyecto ha insistido que no hay motivos para estar preocupados por la obra.

“Hidroituango es estable, seguro y controlado. Acatamos la resolución de la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres (UNGRD), porque nuestra prioridad ha sido una entrada en operación segura de Hidroituango, cuidando la vida de las comunidades”, indicó el gerente de EPM, Jorge Andrés Carrillo.

Ahora bien, las dos primeras unidades de generación de energía están preparadas para operar antes del 30 de noviembre, tal como lo exige la Comisión de Regulación de Energía y Gas, para evitar las multas que superarían los 180 millones de dólares en dado caso de que Hidroituango retrase el cronograma.

Sin embargo, la alteración de las fechas no sería por decisión de Empresas Públicas de Medellín, sino por los organismos de socorro. El día en que entre en operación la hidroeléctrica está condicionada a los resultados que arrojen los simulacros de evacuación y cada uno de los requisitos que fijen las autoridades que gestionan la prevención del riesgo.

“Aunque hoy tenemos la certeza de que podemos entrar las dos primeras unidades de generación de energía antes del 30 de noviembre, la planeación y puesta en marcha de toda la logística que comprende la evacuación preventiva de las comunidades, ordenada por la UNGRD, altera el cronograma”, agregó el gerente.

Un informe emitido por la Procuraduría General de la Nación encendió las alarmas al poner en evidencia las “serias falencias” que hay en la gestión del riesgo de desastres y el ordenamiento territorial de los cinco municipios que están ubicados aguas abajo de la obra.

Aunque los organismos de socorro no han emitido una alerta para llamar la atención de los habitantes, la lupa se puso sobre Valdivia, Cáceres, Tarazá, Caucasia y Nechí a razón de que no estarían listos para operar ante un incidente que se presente en Hidroituango.

Esta entidad dijo que las administraciones locales tienen los planes de atención desactualizados. Es decir, sin tener en cuenta los nuevos escenarios de riesgos. Tampoco hay gestión documental ni continuidad en los procesos de mitigación.

Lo más preocupante es que los municipios no cuentan con el personal adecuado para el tratamiento de estas materias y los grupos que reaccionan cuando hay emergencias no están dotados de los elementos indispensables para salvar a los ciudadanos.