Seguidores de Independiente Santa Fe denunciaron que supuestos integrantes de un grupo armado los atacó con pistolas mientras se desplazaban a la capital de Antioquia para presenciar un partido de fútbol. En medio de la agresión, dos integrantes fueron impactados con balas; uno de ellos murió en un centro médico del departamento.
Los hechos ocurrieron el pasado fin de semana a un costado de la autopista Medellín-Bogotá, en la jurisdicción del municipio de San Luis, cuando los hinchas estaban en un balneario. De acuerdo con el relato de la barra Guardia Albi-Roja Sur, hicieron la parada con el fin de esperar al resto de aficionados que estaban en camino para ingresar juntos a la ciudad.
Desde Bogotá salieron diez buses para hacer presencia en el estadio Atanasio Girardot, escenario donde se cumplió la fecha ocho del Fútbol Profesional Colombiano entre Santa Fe y el Deportivo Independiente Medellín. A las 9:00 a. m. de ese sábado llegaron siete automotores a la vereda Naranjales de San Luis y decidieron frenar el viaje.
En común acuerdo con las autoridades, concluyeron que el trayecto hacia el Valle de Aburrá lo retomarían a las 2:00 p. m. cuando todos los hinchas estuvieran juntos. En medio de la espera, optaron por tomar los servicios de un establecimiento comercial: piscina, río y alimentación. La tragedia empezó en ese lugar del oriente del departamento.
En circunstancias que están siendo investigadas, arribaron a la zona dos sujetos armados que se presentaron con presuntos integrantes del Clan del Golfo y aseguraron que “estarán allí para supervisar que no se presente ningún hecho delictivo”, relataron los testigos. Horas después se registró una riña entre la barra y los ilegales intervinieron.
Aunque la discusión fue controlada por los líderes del grupo y no generó mayores traumatismos entre los viajeros, los sujetos desconocidos desenfundaron las armas de fuego y cruzaron palabras de alto calibre con los seguidores de Santa Fe. En medio del altercado, uno de ellos disparó en cinco oportunidades contra los asistentes.
En consecuencia, dos presentaron lesiones: “Uno de ellos recibe un impacto de bala en la cabeza, los sujetos huyen del lugar y varios integrantes de la barra los persiguen hasta salir a la carretera”, agregó en un comunicado el movimiento de seguidores, que reprochó el procedimiento de los integrantes de la Policía de Carreteras que los acompañaba.
Al parecer, en ese momento, los delincuentes pasaron al frente del grupo de uniformados y no hubo una reacción oportuna. Este escenario se habría repetido en una segunda oportunidad. Cuando le prestaban los primeros auxilios a los lesionados, apareció una tercera persona que también accionó un arma de fuego contra los fanáticos.
Supuestamente, el ilegal salió del balneario por sus propios medios mientras era perseguido por la barra. Él se escondió en un restaurante del sector y, ante la alteración del orden público, un empleado del establecimiento comercial disparó contra el grupo, estando a un lado los miembros de la fuerza pública, con base en la denuncia.
“Minutos después, la persona que se escondió huye como copiloto en una moto de bajo cilindraje manejada por una mujer que se encontraba en el restaurante. Ahí mismo se alerta a la Policía para que alcancen y capturen al sujeto. Los policías arrancan en una moto de cilindraje 600 CC, pero extrañamente no logran capturar a nadie”, completó el grupo.
En ese momento, inició el traslado de los heridos a los centros médicos más cercanos de la vereda. Las personas que se quedaron a un lado de la autopista Medellín-Bogotá fueron atacados por un tercer grupo de ilegales: con armas de fuego los obligaron a seguir con el trayecto a la ciudad, así lo hicieron mientras uno de ellos batallaba por su vida en Cocorná.
A raíz de la gravedad de las lesiones, el hincha que recibió el impacto en la cabeza fue remitido a un centro médico especialista del municipio de Rionegro, donde falleció. Por otro lado, una vez los integrantes de la barra llegaron al Área Metropolitana, no les permitieron el ingreso porque habrían incumplido con el horario establecido para la requisa.
El alcalde de San Luis, Henry Suárez, también cuestionó el procedimiento de la Policía Nacional y advirtió que en las próximas horas se realizará una reunión para analizar la situación. Por otro lado, en el comando central de esta institución en Antioquia prepara un comunicado para esclarecer el hecho.