Un joven de 18 años convirtió su vivienda en un mini zoológico en el barrio Santa Cruz de Medellín y tenía en cautiverio a especies en vía de extinción. Él podría enfrentar una sanción por tráfico de fauna silvestre.
El hallazgo se logró tras un seguimiento de la Policía Metropolitana del Valle de Aburrá, donde se confirmó que el sujeto adquiría los animales para comercializarlos en diferentes rincones de Antioquia.
En medio de la inspección judicial, en el lugar fueron recuperadas cinco boas constrictor y una tortuga matamata, una especie endémica que habita en las regiones del Amazonas y la Orinoquía.
“Este resultado es muy importante para la protección del medioambiente, ya que estas especies ayudan a mantener el equilibrio ecológico”, afirmó el general William Castaño, comandante de la Policía Metropolitana.
Los animales incautados fueron trasladados a la estación de paso del Área Metropolitana para una evaluación clínica inicial. Más tarde, serán remitidos al Centro de Rehabilitación de Fauna para iniciar su proceso de rehabilitación.
Uno de los hallazgos más preocupantes en este operativo es que la tortuga matamata fue extraída de su entorno natural, lo cual constituye un impacto grave hacia la biodiversidad del país.
“Este tipo de acciones representan un riesgo para el equilibrio de los ecosistemas y una infracción directa a las normas ambientales del país”, comentó la autoridad ambiental de la capital de Antioquia.
Ahora bien, la persona de 18 años fue capturada y dejada a disposición de la Fiscalía General de la Nación para que responda por los delitos de tráfico de fauna silvestre y aprovechamiento ilícito de recursos naturales.
Vale la pena recordar que los ciudadanos que se encontrados responsables de delitos ambientales no solo incurrirán en responsabilidad penal, sino que deben resarcir los daños causados.
El que incumpla este tipo de normas podrá enfrentar hasta una prisión que va entre 48 los 108 meses. Si se trata de un ciudadano extranjero, esta pena aumentará hasta los 64 y 144 meses.
En dado caso de que una persona conozca la comisión de estas fallas puede presentar una denuncia formal ante la Fiscalía General de la Nación, acudiendo directamente a las estaciones de la Policía Nacional o llamando a la línea de emergencia 123, si el animal está en riesgo.