Los habitantes del corregimiento de Capurganá, ubicado en Chocó, vivieron horas de angustia por cuenta de los fuertes temblores que se presentaron el mar caribe entre la noche del miércoles y la madrugada del jueves. Varios muros de cemento colapsaron por el movimiento y algunas personas requirieron atención médica.
A las 10:05 p. m. empezó el terror con un sismo que, según el Servicio Geológico Colombiano, tuvo una magnitud de 6,6 grados en la escala de Richter. Solo en esa hora, llegaron otros tres fenómenos parecidos que no habían experimentado sus pobladores en la historia reciente ni tenían conocimientos para reaccionar.
“Nunca habíamos pasado por esto jamás”, relató Ronald Valencia, habitante del sector. Con la primera sacudida, las personas salieron corriendo hacia las vías y, cuando se presentó el segundo, se dirigieron hacia la cancha de fútbol ya que no habría probabilidad de que los techos de las viviendas les cayeran encima.
Con el paso de los minutos, algunas estructuras cedieron y se fueron al piso. En medio del desplome, dos ciudadanos resultaron con pequeñas heridas. Mientras que otras tres, en la jurisdicción del municipio de Acandí, fueron atenidas en los centros de salud dado que presentaron ataques de pánico por los temblores.
La zona hotelera es la que tiene mayores daños en su infraestructura. En este momento, se desplazan los organismos de socorro de la región para hacer un censo de las afectaciones y gestionar sus reparaciones. Lo propio hace la Gobernación de Chocó con sus delegados de gestión del riesgo de desastres.
A juicio de los habitantes de Capurganá, esta emergencia puso en evidencia la necesidad de contar con un cuerpo de bomberos en el corregimiento que es atractivo para los turistas y un paso obligado para los migrantes que cruzan desde el Urabá hacia Panamá en busca del sueño americano por la selva del Darién.
Ahora bien, en Antioquia también se sintieron los sismos de las últimas horas. Sin embargo, los municipios no reportaron incidentes. En imágenes que circulan en las redes sociales se observa el momento en que las estanterías se mueven al ritmo del temblor, al igual que los automotores que estaban estacionados en las calles.
El Departamento Administrativo de Gestión del Riesgo descartó afectaciones: “Sismo de magnitud 6.6, profundidad superficial menor a 30 kilómetros, se sintió fuerte en Urabá. Coordinadores de gestión del riesgo no reportan, hasta el momento, no vedades”, manifestó por medio de su cuenta de Twitter.
Mientras que la Dirección General Marítima y Portuaria de Colombia (Dimar) aseguró que no existe una amenaza de tsunami para la costa caribe tras el temblor que, exactamente, se presentó en la región fronteriza de Panamá con este país que estuvo acompañado de otras réplicas que generaron terror en la gente.
¿Qué hacer en un temblor?
- Si está en su vivienda, y solo si es posible, abra la puerta principal y de las habitaciones, porque se podrían trabar y dejarlo a usted y a su familia encerrados.
- Si está en la calle, observe su entorno y busque un lugar seguro. Procure estar lejos de postes y cables. Aléjese de las fachadas, pues pueden caer partes de la misma como ladrillos o vidrios; con precaución, diríjase al centro de la calle y tenga cuidado con los vehículos, es muy posible que los conductores no hayan sentido el sismo.
- Si va conduciendo un vehículo en las calles de una ciudad o municipio y percibe un sismo, reduzca la velocidad y en lo posible deténgase en un sitio seguro (alejado de postes, cables, vallas).
El SGC también recomienda que lo mejor en este tipo de casos es conservar la calma. “Esto permitirá actuar con mayor seguridad. Lo primero que se debe hacer es buscar protección. Si está en una construcción sismorresistente, ubíquese cerca de las columnas, debajo de un escritorio o en las zonas demarcadas como seguras, siempre lejos de los vidrios o elementos que puedan caer”, señaló la entidad.
Luego, agregó: “Trate de salir de inmediato y, durante la salida, vigile su entorno para identificar los peligros durante la evacuación. Evite el uso de ascensores y no se ubique debajo de los marcos de las puertas, ya que ayudan a disipar la energía del sismo, por lo cual pueden romperse y colapsar”.