En un impactante video quedó en evidencia la situación de uno de los integrantes del grupo que está detrás del crimen del pequeño Maximiliano Tabares, en conjunto con la progenitora, que también está capturada por los delitos de desaparición forzada agravada a título de autora y tortura a título de cómplice.
En las imágenes quedó grabado el momento en el que estas dos personas fueron capturadas por uniformados del CTI de la Policía. Allí, el hombre se mostraba con indicios de estar poseído por algún espíritu; los tres policías, en medio del susto de no saber cómo manejar la situación, luchaban para que este sujeto no huyera del lugar y atentara contra la vida de alguno de ellos.
“¡No le peguen que se pone más agresivo!”, fueron algunas de las palabras que la mamá de Maximiliano Tabares les decía a los uniformados para que lo dejaran quieto y no le siguieran pegando. Sin embargo, era casi imposible. El hombre se veía con un comportamiento de una persona poseída por algún espíritu, o con algunas acciones paranormales que impedían a los policías atarle las manos para ingresarlo a uno de los calabozos.
En la tarde de este jueves 27 de octubre, integrantes del CTI, Policía Nacional y uno de los capturados viajaron a zona rural del municipio de Segovia, en el departamento de Antioquia, donde encontraron un cadáver en descomposición.
Los restos mortales eran de un niño, al parecer de Maximiliano Tabares, el pequeño de seis años de edad desaparecido hace 36 días en el municipio de Segovia y quien fue asesinado, presuntamente, en un acto satánico.
Este hallazgo sucedió en la vereda Cuturú Alto, zona rural de este municipio del nordeste antioqueño. El gobernador Aníbal Gaviria sostuvo que la información que tienen las autoridades apunta a que, en definitiva, sí es el cuerpo de Maximiliano. Por eso, agradeció el trabajo de los organismos de investigación, como la Fiscalía, el CTI y la Policía, quienes permitieron avanzar en la investigación para ubicar el cuerpo.
“La identificación del cuerpo ya definitiva y absoluta será de la investigación del CTI, que podrá corroborarlo con el ADN, pero francamente, por la información que he recibido, los indicios son muy altos de que sea el cuerpo de Maximiliano. Con esto termina esa angustia y zozobra de las comunidades de Segovia, Remedios y todo el país, después de toda esta situación tan dolorosa”, contó Gaviria.
Agregó que siempre existió la esperanza de hallar al pequeño Maximiliano con vida, lo que debe llevar a una profunda reflexión y a un compromiso de la sociedad para la defensa de la vida, especialmente los niños y adolescentes.
Cabe recordar que un juez de Control de Garantías envió a prisión a los seis capturados tras la desaparición del menor Maximiliano Tabares en Antioquia, entre los que está la mamá, la abuela y el padrastro del menor. Estos serían los presuntos responsables de realizar ritos satánicos al niño con el fin de encontrar guacas de oro.
El pasado lunes 24 de octubre les imputaron diferentes delitos, pero todos se declararon inocentes de este caso que tiene conmovido e indignado a todo un país.
A Fabio Andrés Carmona Ramírez, alias El Líder y padrastro del menor, le imputaron los delitos de desaparición forzada agravada y tortura. A Sandra Patricia Cano, la madre del menor, por los delitos de desaparición forzada agravada a título de autora y tortura a título de cómplice.
Robinson Smith, alias el Meditador, fue judicializado por el delito de desaparición forzada agravada y tortura a título de cómplice, al igual que a la abuela, Damaris Estela Pérez Escalante, alias Mary, por estos mismos delitos.
La tercera pareja en la judicialización es Susana Ceballos, alias La Sumisa, por los delitos de desaparición forzada agravada y tortura a título de cómplice, y Fabián Alberto Monsalve, cómplice de tortura.
Estas personas fueron capturadas el pasado 21 de octubre por integrantes de la Policía en los municipios de Bello y Segovia. El temido grupo practicaría ritos satánicos con el objetivo de encontrar señales que los llevara al punto exacto donde estarían supuestas guacas de oro en las montañas de la región. En los relatos recopilados por los investigadores, los habitantes dieron cuenta de que sus integrantes cavaban en la tierra repetitivamente para hallar los elementos valiosos.
Los elementos de prueba indican que Los Carneros estarían involucrados en actos violentos y desmedidos contra otro señalado integrante del grupo a quien, presuntamente, le propinaron quemaduras, y lesiones en los genitales y distintas partes del cuerpo. En los procedimientos se incautaron siete celulares; además de un muñeco, libros y objetos usados para prácticas de santería.