Un voraz incendio se originó en las últimas horas en una zona alta del barrio Nueva Jerusalén, en el municipio de Bello, norte del Valle de Aburrá. Por lo menos 10 viviendas quedaron afectadas, donde dos de ellas fueron consumidas totalmente.
De acuerdo con el reporte del Cuerpo de Bomberos de Bello y Medellín, este hecho -que se registró en horas de la tarde del domingo 9 de julio- aún es materia de investigación, pues desconocen las causas que provocó la conflagración.
Sin embargo, por lo menos 40 personas resultaron damnificadas de las afectaciones por las llamas, donde además, las autoridades atendieron a dos personas que presentaron algunas lesiones leves.
“En este incidente se atendieron dos lesionados. Después de controlar el incendio, fueron atendidos por nuestro personal y dados de alta en el sitio”, señaló el capitán Nelson Zulaica, comandante de los Bomberos Bello.
Ante este incidente, la Alcaldía de Bello se apersonó de la situación, donde se encuentran revisando las afectaciones a las viviendas para brindar las ayudas necesarias a los damnificados de este incendio.
La batalla por la Alcaldía de Medellín
El 29 de octubre, Colombia elegirá alcaldes, gobernadores y otros cargos de elección popular, votaciones que serán una especie de primarias para las presidenciales de 2026. El aterrizaje de Federico Gutiérrez como candidato para la Alcaldía de Medellín puso las elecciones locales con una proyección nacional y logró que la capital de Antioquia sea el foco de atención a tres meses de los comicios.
Sin duda, el proceso electoral será una medición en las urnas del Gobierno del presidente Gustavo Petro y se sabrá el porcentaje del denominado voto de castigo contra el Pacto Histórico y los proyectos alternativos que actualmente dirigen las principales ciudades del país.
Por esa razón, la llegada de Fico a la contienda electoral, repitiendo candidatura, mueve el tablero en los sectores de centro e izquierda, que estaban respirando tranquilidad ante la ausencia de un candidato fuerte de la centroderecha.
En ese escenario de Medellín, se repetirá lo que ocurrió en la primera vuelta presidencial de 2022 cuando Gutiérrez se enfrentó a Petro, aunque en octubre de este año habrá nuevos protagonistas.
El alcalde Daniel Quintero tiene a Juan Carlos Upegui como su candidato y le apostará para que esté en la alcaldía desde el 1 de enero de 2024. Para nadie es un secreto que el alcalde cuenta con el respaldo de Petro desde que se la jugó por él en las presidenciales a tal punto que fue sancionado por la Procuraduría. En ese sentido, Upegui tendrá el respaldo del Pacto Histórico y otros sectores alternativos.
Para estas regionales, Fico y Quintero llegan con escenarios políticos similares que tienen una proyección para 2026. Los dos recibieron la personería jurídica de sus partidos recientemente y le apostarán a un crecimiento nacional avalando candidatos en las capitales y presentando listas al Concejo.
El excandidato presidencial tiene a Creemos y Quintero, a Independientes, partidos políticos que buscan expandirse como proyectos políticos en Colombia. Por esa razón, no hay duda de que los dos tienen proyecciones presidenciales para 2026 y la alcaldía de Medellín será el termómetro. Aunque en política no existen los muertos, sin duda el derrotado sufrirá un fuerte golpe.
Fico, en cinco días, ha logrado reorganizar las fuerzas políticas y la oposición está en diálogos para respaldarlo. Cambio Radical, el Partido Conservador e incluso el liberalismo estarían de su lado. El Centro Democrático se la jugará con él y se encargará de unir a empresarios, ciudadanía y otros sectores a través de los congresistas de la región.
Sin embargo, al ser Medellín una capital en la que, desde la victoria de Sergio Fajardo, el voto de opinión es protagónico y se desprende de las ideologías políticas, no está garantizado que Fico sea el ganador. Perfilarse como el líder de oposición en Colombia y el candidato de la derecha podría pasarle factura si la tendencia de décadas se mantiene en esa ciudad. Ahora, los resultados del Gobierno Petro podrían cambiar las tradiciones.
El ejemplo perfecto para definir el voto en Medellín es la victoria de Fico Gutiérrez en 2015 cuando derrotó a Juan Carlos Vélez. En ese momento, llegó a la alcaldía de la mano de Podemos con 244.000 votos y demostró que las calles vencen las estadísticas, nunca lideró las encuestas y, de paso, dejó atrás la batalla entre el santismo, el fajardismo y el uribismo. Su independencia, su estilo, sencillez y no estar en ningún espectro político le dieron la victoria. Ocho años después, las circunstancias políticas son diferentes, pero tiene un recorrido electoral que lo fortalece.
Fico se encontrará con un Juan Carlos Upegui que ha mantenido un perfil bajo a pesar de ser el candidato de Quintero. Es un joven que siempre ha estado al lado del alcalde desde sus inicios en la política y conocido en las huestes del petrismo. Incluso, trabajó en la campaña presidencial del ahora mandatario. Tanto Fico como Upegui podrían cargar un inri en la campaña que generaría un desgaste: el excandidato presidencial, el que lo matriculen como el candidato del Centro Democrático, colectividad que pasa por una tormenta política por cuenta de Óscar Iván Zuluaga y Odebrecht; y el joven candidato, por la carga negativa que pueda tener Quintero en la ciudad. Esa será una variable que deberán resolver los estrategas.
En una entrevista con Noticias RCN, Fico dijo que no sabía quién era Juan Carlos Upegui seguramente para minimizarlo, pero el efecto fue contrario. Desde ese momento lo perfiló como su adversario. “No me conoce porque no soy politiquero”, respondió Upegui.
Además, viabilizó a la llamada tercería, que es Albert Corredor, un exconcejal de Medellín que reunió 320.000 firmas para respaldar su candidatura, cercano al empresariado de Medellín y al quinterismo. Estuvo en el Centro Democrático, pero renunció, por lo que lo llamaron “traidor”. Aunque todavía falta mucho camino por recorrer, se rumora que Upegui y Corredor podrían aliarse dependiendo de lo que ocurra en las próximas semanas, pero ninguno de los dos candidatos confirma esta versión.
En todo caso, los lanzamientos de campaña fueron el primer pulso en las calles. Fico comenzó el martes 4 de julio con una rueda de prensa en la comuna 5 de Medellín a la que no invitó a la ciudadanía, pero llegaron varios seguidores. Al día siguiente, Upegui usó el mismo lugar para su acto político y llegaron más de 1.000 personas. Y, finalmente, Corredor, en compañía de 5.000 personas, presentó sus firmas y oficializó su aspiración.
Aunque estos tres nombres son los que más están sonando por ahora, no se puede descartar que de la lista extensa de precandidatos puedan despegar otras aspiraciones como las de Gilberto Tobón, Daniel Duque, Juan Camilo Restrepo, Juan Valderrama, Rodolfo Correa, Jennifer Uribe, María Paulina Aguinaga, Felipe Vélez o Liliana Rendón. Muchos de ellos no han oficializado su candidatura, pero podrían ser claves en el momento de las definiciones.
Tanto Quintero como Gutiérrez quieren sellar alianzas para la Gobernación de Antioquia, pero allí el escenario es otro, ya que el departamento tiene un comportamiento diferente al de la capital y el voto es más de derecha. Esta será una variable que definirá varias movidas políticas en Medellín.
Aunque quedan un poco más de tres meses para los comicios, la capital de Antioquia prendió motores y tiene la lupa puesta sobre la agenda política que se produce desde allí. La batalla por Medellín empezó y será la primera prueba para ir perfilando cómo serán las presidenciales de 2026.