Empresas Públicas de Medellín modificó por cuarta vez la fecha de cierre para la recepción de las ofertas que buscan terminar las obras civiles finales de Hidroituango. Si bien este viernes se vencía el plazo, 48 horas antes se amplió el período hasta el 4 de noviembre. Las críticas no se hicieron esperar y la compañía justificó la extensión ante el escándalo.

Es decir, las siete firmas que están aspirando al contrato para poner en funcionamiento cuatro turbinas tendrán más tiempo para ajustar la propuesta con la que buscan conquistar a los administradores de la obra. Así quedó registrado en un documento que elaboró el vicepresidente de proyectos de generación de energía, William Giraldo Jiménez.

La modificación se realizó en el numeral 1.4, que relaciona cada una de las etapas del concurso sin argumentar las razones de la decisión. Hasta las 4:00 p. m. de ese viernes deberán estar las iniciativas sobre el escritorio de la compañía paisa. En ese momento arranca el período de evaluación y, según la empresa, será riguroso.

Esta es la cuarta vez que se toca el pliego de requisitos en la licitación que empezó en el primer semestre del año. Desde entonces se ha estado moviendo para incentivar la participación de los oferentes, cuyas decisiones se estarían tomando bajo los más estrictos análisis técnicos, según lo expuso en agosto la gerencia general de EPM.

Desde varios sectores reaccionaron a esta nueva modificación. La Cámara Colombiana de la Infraestructura en Antioquia aseguró que la nueva fecha definida por la vicepresidencia de proyectos de generación de energía pondría en evidencia que las decisiones se estarían tomando a ligera que podrían afectar el desarrollo de la estratégica obra en Ituango.

“Cuarta prórroga para la recepción de ofertas para continuar con las obras civiles de Hidroituango. ¡Vuelve y juega! Con esto lo único que se demuestra es una improvisación total, donde el único afectado, sin duda alguna, será el proyecto”, aseguró en un comunicado la agremiación empresarial de la construcción.

Empresas Públicas de Medellín le salió al paso a la crítica. Por medio de un documento publicado en sus redes oficiales justificó la decisión con la solicitud expresa que le habrían hecho varias de las firmas que se están postulando para ser las oferentes de la licitación. Pero anticipó que el desplazamiento de los cronogramas del proceso de contratación no afecta la entrada en operación comercial de las unidades.

Pero otra cosa es la que piensa el Sindicato de Profesionales de EPM y UNE, luego de encender las alarmas, porque la prórroga pondría en riesgo el funcionamiento de la hidroeléctrica, dado que, a esta altura, no está definido el nombre de la firma que encabezará el proyecto para poner en funcionamiento la turbina cinco, seis, siete y ocho. Las dos primeras deben generar energía antes del 30 de noviembre de este año. A juicio de la asociación, este escenario podría causar un racionamiento de energía en los próximos años.

Aunque eso tampoco está asegurado. El alcalde Daniel Quintero Calle, quien figura como el presidente de la junta directiva de esta compañía, afirmó que no pondrá en riesgo la estabilidad de la hidroeléctrica para correr hacia la meta que le instaló la Comisión de Regulación de Energía y Gas. En dado caso de que en 47 días no se inaugure, tendría que pagar una multa que supera los 150 millones de dólares.

“No vamos a volver a poner en riesgo a Hidroituango como lo hicieron antes. Empezará a funcionar cuando las pruebas estén listas”, señaló el mandatario local ante la presión que tiene el proyecto por las multas que los estarían esperando a finales de año. Ahora bien, se espera que en la tarde de este viernes se revele la fecha exacta en la que se encenderá la primera turbina, período que se ha extendido en dos oportunidades.