Una comunidad indígena le puso freno a la avanzada que realizan supuestos integrantes de las Autodefensas Gaitanistas de Colombia (AGC) en el departamento de Chocó. En medio de la violenta confrontación, dos personas resultaron con lesiones.
El incidente se presentó en las últimas horas en el resguardo de Puesto Indio, ubicado sobre el río Cugucho, en el municipio de Alto Baudó. Allí las estructuras delincuenciales han impuesto las reglas del juego y, al parecer, la gente se cansó de las intimidaciones.
Un informe preliminar de la Séptima División del Ejército Nacional resumió que, en medio de una incursión del grupo armado, la guardia indígena impuso su fuerza y pudo sacar a los violentos, aunque el bando contrario alcanzó a accionar armas de fuego.
Al parecer, un menor de edad y un docente terminaron con heridas que no alcanzaron a poner en riesgo sus vidas. De momento, se desconoce si hubo más afectados tras el forcejeo con los hombres que comandó alias ‘Otoniel’ hasta octubre de 2021.
Así lo anunció el comandante de esta unidad militar, brigadier general Óscar Leonel Murillo Díaz: “Integrantes del Clan del Golfo de la subestructura Baudó trataron de ingresar al resguardo y la guardia indígenas expulsó a estos integrantes”.
Además de este grupo armado, las comunidades también tienen que lidiar con la presencia del Ejército de Liberación Nacional (ELN), quienes tienen un control superior sobre las montañas y ríos que son las principales autopistas del narcotráfico y el oro.
De acuerdo con un informe publicado en las últimas horas por el Comité Internacional de la Cruz Roja, “Chocó continúa siendo el departamento más afectado por el confinamiento y el impacto más fuerte se evidencia en las comunidades indígenas”.
Por otro lado, una verdadera batalla campal se vivió de las 11:30 de la mañana hasta la medianoche de este 23 de marzo en la zona rural del departamento de Antioquia: tropas del Ejército Nacional se enfrentaron a supuestos miembros del ELN y a las Autodefensas Gaitanistas de Colombia.
El centro de confrontación fue la vereda Naranjal de Amalfi. Los uniformados de la Décima Cuarta Brigada llegaron hasta ese punto, luego de que recibieran información por parte de inteligencia militar donde se advertía sobre presuntas vulneraciones a la población civil.
Al parecer, los ilegales estaban azotando a los mineros con el cobro de extorsiones. Desde un principio, se señaló a dos subestructuras como las responsables: la de Jorge Iván Arboleda Garcés, bajo la sombrilla de las AGC, y el Frente Capitán Mauricio, de la guerrilla.
En videos registrados por la comunidad quedaron en evidencia los fuertes estruendos. Con base en ese material, organizaciones que defienden los derechos humanos sospechan que los pobladores de ese sector quedaron en medio de la violenta confrontación armada.
Mientras que el coronel Manuel Enrique González Díaz, comandante de la Décima Cuarta Brigada, reseñó que las operaciones que se están adelantando en Amalfi buscan alcanzar la tranquilidad para los habitantes que están sometidos a estos dos grupos ilegales.
“Por inteligencia militar, se tuvo conocimiento que había dos estructuras, quienes venían azotando a todos los pobladores de la región. Estos grupos venían extorsionándolos. Por esa inteligencia, por eso llegamos a esos puntos y nos encontramos en combates”, dijo.
Agregó que la Fuerza Área apoyó las labores de intervención y, ante la intensidad de la confrontación, se tuvo que aumentar el número de tropas en el municipio de Amalfi. Ellos habrían logrado la detención de varios miembros de las organizaciones en flagrancia.
Como consecuencia, algunas familias se confinaron, el transporte de servicio público dejó de circular y los establecimientos educativos cancelaron las clases. De momento, las autoridades locales ni departamentales dan cuenta de los estragos de la operación militar.