El Cuerpo Técnico de Investigación (CTI) de la Fiscalía y el Ejército Nacional detuvieron a un hombre de 30 años señalado, supuestamente, de golpear y someter a agresiones sexuales a su hijastro de un año. En medio del procedimiento judicial, llamó la atención una cuestionada sonrisa.
Así quedó en evidencia en videos captados por el ente de acusación. El rostro le cambió cuando se le mostró el material probatorio que revelaría las brutales lesiones que le habría causado al pequeño. Una cámara de seguridad de su residencia registró el momento en el que se abalanzó violentamente sobre él.
Según los investigadores, los hechos ocurrieron entre el 21 y 25 de abril cuando el menor de edad fue dejado a su cuidado, debido a que la mamá había sido hospitalizada por problemas de salud en Huila. En su ausencia, lo sometería a diversas conductas ilegales que hoy lo tienen privado de la libertad.
En la denuncia que presentó la progenitora ante la Comisaría de Familia del municipio de Saladoblanco se detalló que, una vez los médicos le dieron de alta y se dirigió a su vivienda, encontró a su hijo desnudo y con múltiples golpes en el cuerpo que habría provocado el hombre. Las fotos del suceso son desgarradoras.
Ella tomó la decisión de consultar con especialistas en pediatría para definir qué había pasado: “Advirtieron que el niño reporta lesiones y hematomas en las piernas, el estómago y la cara”, reseñó la Fiscalía. De inmediato, acudió ante las autoridades judiciales para esclarecer el hecho y dar con el responsable.
El proceso fue priorizado por la entidad e iniciaron rápidamente los actos urgentes. El primer hallazgo fue el registro de las cámaras de seguridad que, bajo la interpretación de los investigadores, permitieron establecer que el bebé habría sido maltratado físicamente por el compañero sentimental de su madre.
Tal es la contundencia de la argumentación que la fiscal del caso afirmó que él es como “tener un monstruo en la casa”. Frente a este escenario, se procesó ante un juez de la república como el presunto autor de los delitos de acceso carnal violento agravado y violencia intrafamiliar agravada, pero no aceptó ninguno de los cargos.
Sin embargo, se envió a la cárcel porque el ente de acusación señaló que podría ser un peligro para la sociedad. Para hacerle frente a las investigaciones, deberá estar tras las rejas. Mientras estuvo en libertad, dijo que las heridas las habría causado otra persona y, presuntamente, asechó a la mamá para que reversara el proceso.
Supuestamente, él le envió audios por medio de WhatsApp y llamadas insistentes para amedrentarla, “incluso, llegó a echarle la culpa a otras personas que ya vinieron a la Fiscalía y dijeron que eso no era cierto”. Además de los riesgos que corrió el menor de edad, se indicó que la progenitora también podría estar en peligro por la denuncia.
Además de la indignación que causan los delitos que habría protagonizado, usuarios en las redes sociales reprochan la actitud desafiante y burlona que habría tenido en el momento de la detención. La risa la emitió en el momento en que estaba ingresando al centro de reclusión. La actitud cambió por completo en las audiencias.
Con base en el Sistema de Información Estadístico, Delincuencial, Contravencional y Operativo de la Policía Nacional, entre el 1 de enero y el 30 de abril de 2023, en el departamento de Huila se presentaron 765 denuncias por violencia intrafamiliar a los golpes y amenazas, siendo las víctimas frecuentes los mayores de edad.
En las discusiones familiares reportadas ante las autoridades también se dio cuenta del uso de armas blancas y pistolas, situaciones que están siendo investigadas por las comisarías de familia del departamento y la Fiscalía General de la Nación.