La Personería de la capital de Antioquia confirmó un nuevo hecho violento al interior de los calabozos de la Policía Nacional en la ciudad. Los detenidos que están recluidos en la estación del sector de Popular protagonizaron un enfrentamiento que dejó dos heridos.
Todo empezó cuando llegaron nuevas personas a las celdas que tienen una sobreocupación cercana al 820 %. Ellos fueron trasladados preventivamente desde el comando de La Candelaria, luego de la riña que se registró diez horas antes.
De acuerdo con el reporte del Ministerio Público, los privados de la libertad que habían acabado de ingresar generaron una confrontación con los que ya estaban. La discusión despertó un intento de fuga que obligó a la intervención de las autoridades.
La emergencia generó disturbios al interior de la infraestructura de la institución y, en efecto, dos personas resultaron con lesiones. Una de ellas tuvo que ser remitida de urgencia a un centro médico donde dieron cuenta que estaba fuera de peligro.
Este incidente obligó a un nuevo revolcón en las estaciones de la Policía Nacional en el Valle de Aburrá. Los ciudadanos que participaron en la riña fueron enviados a otro centro de detención a razón de que se podría presentar otra confrontación al interior de la celda.
A este hecho se le suma la alteración de orden que se registró en el comando de La Candelaria 24 horas antes, donde catorce internos terminaron con lesiones. Una discusión desató la violenta pelea, las unidades del Esmad tuvieron que frenar el motín.
El personero de la ciudad, William Yeffer Vivas Lloreda, explicó que esta emergencia habría sido detonada por el alto hacinamiento que hay en el sitio de reclusión. Es decir, la sobreocupación causa malestar entre las personas que terminan en hechos lamentables.
Según los análisis adelantados en los últimos días, los centros de detención transitoria superan el 800 % de su capacidad. La grave situación de los derechos humanos se ha identificado en las unidades de reacción inmediata y las salas de paso.
Con corte al 7 de octubre, en esta región del país están recluidos por fuera de los centros carcelarios cerca 1.801 ciudadanos, mientras los juzgados resuelven sus procedimientos penales. En esos lugares están privados de la libertad, sindicados, o esperando imputación.
Sin embargo, en los penales donde no han sido acogidos también están a reventar de ciudadanos. Con base en los índices del Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario, la sobreocupación en los establecimientos de Medellín es cercana al 98 %.
La condición más crítica se mantiene en las instalaciones de la Sijín. Si bien hay camas para veinte personas, en este momento las autoridades están atendiendo a 397. El colapso es total y no hay respuestas a la vista para mejorar el paso de los procesados.
Ese escenario también se repite en el resto de los espacios que están siendo destinados para esta población: Comuna 1 Popular (820 %), Belén (740 %), El Poblado (700 %), Doce de Octubre (567 %), San Javier (480 %), Laureles (403 %) y Castilla (380 %).
Angélica Patricia Agudelo López, líder del Observatorio del Sistema Penal, Penitenciario y Carcelario, afirmó que las autoridades deben tomar medidas urgentes con el fin de mejorar las condiciones humanitarias de los detenidos.
“Resulta de urgencia la construcción de la cárcel metropolitana, tal como fuera ordenado desde el 15 de octubre de 2019 por la Corte Suprema de Justicia, otorgando un plazo de tres años, al que se llegará sin que el proyecto se encuentre en un funcionamiento”, dijo.
La Personería también argumentó que se deben cumplir los trámites administrativos para gestionar los traslados a los centros penitenciarios de las personas que ya tienen una pena de prisión impuesta. Este proceso, a juicio de ella, resulta una barrera para lograr la movilidad efectiva.