En el municipio de Sonsón, oriente antioqueño están consternados por el fallecimiento del patrullero Dwvier Alexander Palacios Salazar, de 26 años, adscrito a la Sijín Sonsón. De acuerdo con la información preliminar del Departamento de Policía de Antioquia, el uniformado se habría quitado la vida en la estación de policía, aproximadamente a la 10:30 p. m. del 3 de octubre.
Desde la institución están investigando los hechos que tienen con tristeza a los compañeros y familiares del policía. Sin embargo, desde el Departamento de Policía de Antioquia no han dado más información sobre los hechos ni los motivos que posiblemente lo llevaron a quitarse la vida.
Otro caso
A comienzos de septiembre pasado, un hecho sacudió al pequeño municipio cafetero de Quimbaya, en Quindío: el suicidio de un estudiante de solo 13 años, que fue hallado sin vida en su casa. El menor parecía llevar una vida normal, tenía buenas calificaciones y vivía bajo el cuidado de una madrina.
Era el tercer caso de este tipo que se registraba en apenas cuatro días, lo que encendió las alarmas de las autoridades. Una de ellas, la del gerente del Hospital Mental de Filandia, Jhon Carlos Buitrago, fue la que causó más preocupación. Según denunció, pese a la alta demanda de niños y adolescentes con afectaciones graves de salud mental en el departamento, solo existen dos psiquiatras para la atención de menores en toda la región.
A centenares de kilómetros de allí, en Pasto, el médico psiquiatra Mauricio de la Espriella Perdomo, vicepresidente de la Asociación Colombiana de Psiquiatría (ACP), hace cuentas. Dice que, con corte al 25 de agosto de este año, el Ministerio de Salud reportó la existencia de 1.283 psiquiatras en todo el país, entre ellos 88 psiquiatras infantiles.
El cálculo entonces es sencillo: si hablamos de un país de 50 millones de habitantes, únicamente existe un psiquiatra por cada 38.000 personas en Colombia. “Hay un déficit de estos profesionales”, reconoce De la Espriella.
El problema, sin embargo, no es exclusivo de Colombia. El especialista recoge datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) según los cuales para 2014 existían nueve psiquiatras por cada 100.000 habitantes. En 2020, en plena pandemia de covid-19, la cifra alcanzó los 14.
Para la OMS, las afectaciones por cuenta de la depresión y la ansiedad tuvieron un incremento considerable durante el primer año de pandemia.
Una situación que, sumada a los 1.250 millones de personas con algún otro trastorno psicológico, genera un estado de alerta sobre la salud mental del planeta. Algunos expertos se atreven a afirmar que la humanidad está prácticamente frente a una pandemia de salud mental.