Después de tres días acabó la angustia para una familia residente en Puerto Berrío (Antioquia), sin embargo, fue de la peor forma. El integrante de la familia que buscaban, apareció muerto y el cuerpo presentaba signos de violencia, indicaron las autoridades locales.
El pasado lunes 16 de enero, Luis Miguel Bedoya Duque salió de su vivienda sin decir para dónde, ni qué iba a hacer, ese fue el último día que lo vieron con vida. La situación causó extrañeza entre sus seres queridos, quienes al ver que con el paso de las horas el joven no regresaba comenzaron a buscarlo.
Durante aquel lunes, y los dos días siguientes (martes y miércoles), no hubo noticias del joven. Sin embargo, la madrugada del jueves, Luis Miguel se comunicó con su progenitora, a través de una llamada.
De acuerdo con la familia Bedoya Duque, el joven alcanzó a decir: “hola madre”, luego la llamada finalizó; al parecer le quitaron el teléfono y nuevamente el rastro se perdió. Los sentimientos de angustia y zozobra incrementaron.
En horas de la tarde de aquel jueves, 19 de enero, en Puerto Berrío corrió el rumor que un cuerpo con las características de Luis Miguel flotaba en aguas del río Magdalena. En seguida, la familia comenzó a buscar la forma de contratar un transporte fluvial para ir a buscarlo en el río, ya que ni las autoridades ni la administración municipal cuenta con transporte para este tipo de emergencias.
El cadáver fue detenido por pescadores en el sector conocido como la Cascajera, en inmediaciones de la vereda Santa Cruz de Puerto Berrío, hasta donde llegó la familia y confirmó que efectivamente sí era Luis Miguel Bedoya Duque.
“Guardábamos la esperanza de encontrarlo con vida, nos dijeron de un cuerpo, lo vimos y sí era él”, dijo un familiar del joven.
Personal del CTI de la Fiscalía arribó al lugar, donde efectuó la inspección técnica y levantamiento del cuerpo, el cual fue llevado hacia la morgue de Medicina Legal en Barrancabermeja (Santander). Sin embargo, debido al alto grado de descomposición en el que se encontraba, fue remitido hacia la ciudad de Bucaramanga.
En medio del análisis forense se determinó que Luis Miguel había sido asesinada y lanzado al río Magdalena para que desapareciera. El cuerpo presentaba dos impactos de arma de fuego, en la cabeza y a un costado del abdomen.
“Luego de realizada la diligencia, los forenses informaron que el cuerpo tenía varios orificios, al parecer, ocasionados con arma de fuego. De acuerdo a información suministrada por el padre de la víctima, el día 16 de enero se encontraba al parecer por el sector del barrio La Paz en busca de estupefacientes y sujetos al notar la presencia de este ciudadano le causan las heridas y lo arrojan al río Magdalena”, señala el reporte de la Policía.
Ante esta situación, ahora la familia Bedoya Duque, en medio del dolor, piden a las autoridades que investiguen lo ocurrido y esclarezcan las causas del crimen, así como quién está detrás del mismo pues, dicen, Luis Miguel era un joven que no se metía con nadie.
“Él no se ahogó ni se suicidó, él fue asesinado. Cuando pedimos ayuda nadie busco, porque allá todos están amenazados. Pero, queremos justicia”, sostuvo la familia.