Las citas a ciegas están de moda en Colombia y los delincuentes se están aprovechando de la alta demanda de enamorados. SEMANA conoció el expediente judicial que alerta sobre este fenómeno en las paradisiacas playas del Caribe.
Tinder es la aplicación más usada para pactar encuentros íntimos y tener relaciones sexuales, muchas veces sin conocer la identidad del hombre o la mujer con quien se está en la cama. Esa confianza la persiguen los delincuentes. Así lo prueba un proceso de investigación de la Policía Nacional realizado en el Magdalena, donde los detectives persiguieron por un año a una banda que se convirtió en el cupido de los extranjeros que buscaban compañía en Santa Marta.
Este grupo reclutó a hermosas jóvenes para que sirvieran de señuelo de los turistas. Cuando lograban su atención, los incitaban a organizar una cita privada y luego los invitaban a tomar un líquido que tenía camuflado: el ‘soplo del diablo’.
Ese es el nombre que recibe una poderosa mezcla de sedantes que buscan que quien la consuma pierda la conciencia y caiga al piso. En ese instante, la víctima es despojada de sus pertenencias y, en el peor de los casos, muere por sobredosis. Uno de los afectados que sobrevivió a la burundanga fue un ciudadano francés, cuya identidad se omite por motivos de seguridad.
El europeo narró los detalles del viacrucis que padeció y entregó pruebas que facilitaron la captura de las implicadas. “Encontré a unas chicas por Tinder. Almorzamos en mi casa, nos metimos a la piscina un rato, me dieron una bebida y de ahí no supe nada más”, confesó el hombre. Cuando abrió los ojos, estaba golpeado y rodeado por miembros de la Policía Nacional.
Las mujeres le arrebataron sus elementos de valor y se fugaron mientras él tosía y perdía el conocimiento. Se llevaron cinco tarjetas de crédito, tres millones de pesos, un celular de última tecnología y una pistola traumática. Lo último que supo de sus ‘enamoradas’ es que le desocuparon una de las tarjetas de crédito en Cartagena. El banco le respondió que usaron su identidad para alquilar un vehículo por 4 millones de pesos.
El francés nunca olvidará esta cita, tampoco las 16 personas que han caído en la misma trampa en los últimos meses en la capital del Magdalena y que, milagrosamente, han podido sortear los complejos impactos del ‘soplo del diablo’.
El enganche
La Dirección de Investigación Criminal sospecha que las personas que usan el enganche por Tinder tienen un gran interés en adueñarse de los lujosos teléfonos de las víctimas. En un solo día, una banda se apodera de hasta cuatro equipos.
Todo esto se ejecuta bajo la misma estrategia: “La red criminal tiene perfiles falsos con los cuales ponen citas a sus víctimas para, posteriormente, departir en algún establecimiento, ganarse su confianza y darles escopolamina”.
La recomendación de los gobiernos locales y extranjeros es evitar las aplicaciones de citas en Colombia por los altos riesgos a los que se exponen los consumidores. En caso de gestionar la cita a ciegas, tomar las medidas de autoprotección.
Fuera de Santa Marta y Cartagena, este fenómeno está cobrando fuerza en el centro del país. En Medellín se han registrado numerosos casos de robos, secuestros y asesinatos relacionados con el uso de este tipo de sitios web.
Tras la coyuntura, Tinder se comprometió a emitir un tipo de alerta entre sus usuarios para advertir sobre los riesgos que hay en las calles. Pero el peligro no es solo de esta plataforma, también sirven de señuelos las aplicaciones de Grindr, Bumble y Badoo.