El 30 de noviembre de 2022 será recordado como uno de los días más violentos de este año. De acuerdo con las autoridades judiciales, durante 24 horas, ocho personas murieron violentamente. Siete de los casos tendrían relación con una guerra interna que sostiene una organización delincuencial en las calles de las comunas de Robledo y San Javier.

Los ilegales se hacen llamar como Los Pesebreros que se mantienen con rentas ilícitas. Un ajuste de cuentas entre sus integrantes y el reacomodamiento de los cabecillas desató una racha sangrienta en el último día de noviembre. Las víctimas fueron hombres, asesinadas con armas de fuego y abandonadas en espacios públicos de los sectores donde operan.

Esa es la principal hipótesis que tiene la Policía Nacional y la Fiscalía, tras evaluar en un consejo de seguridad el nerviosismo que despertaron los homicidios, luego de que la ciudad alcanzara varios días sin registrar muertes violentas tan consecutivas. En esa reunión se resolvió ofrecer 100 millones de pesos de recompensa por cada homicida de estos casos.

Las investigaciones ya tienen un enfoque definido: “Las reestructuraciones que está sufriendo un grupo delincuencial organizado. Esto se presenta, teniendo en cuenta las intervenciones focalizadas que hemos hecho que ha dado como resultado la captura de cabecillas”, dijo el subcomandante de la Policía Metropolitana, coronel Henry Bello.

El primer hecho delictivo se reportó a la una de la mañana del pasado miércoles en las instalaciones de una unidad residencial de San Cristóbal. Un sicario terminó con las vidas de Óscar Iván Orrego Ramírez de 29 años y Andrey David Zapata Zapata de 23 años. En ese mismo suceso, una persona quedó lesionada, atendida en un centro hospitalario.

El segundo homicidio estremeció a la ciudad. Dos cuerpos sin vida aparecieron dentro de un taxi, cubiertos con costales. El vehículo fue abandonado en el barrio Antioquia y pasadas las ocho de la mañana, las autoridades fueron advertidas sobre el terrorífico hallazgo. Las víctimas fueron Emiro Tuberquia y Edison Sosa. El carro fue hurtado antes.

Más tarde, David Alejandro Cuartas Londoño recibió varios impactos de bala cuando estaba en su sitio de trabajo. Jorge Miguel Areiza Fuentes, de 24 años, también fue baleado mientras estaba recorriendo el sector de Santa Margarita. El último asesinato fue el de Juan Carlos Uribe Ceballos, quien recibió varios disparos cuando iba en su vehículo.

“Esta situación fue atendida de manera inmediata por las autoridades. No solo con presencia, sino con allanamientos, captura de actores delincuenciales que, al parecer, tienen esta disputa interna. Con la Fiscalía se ordenaron algunas acciones en esta zona”, señaló el secretario de Seguridad y Convivencia de Medellín, José Gerardo Acevedo Ossa.

El otro asesinato que se cometió durante la jornada violenta tuvo lugar en el corregimiento de San Cristóbal. Este caso está aislado de los demás. Con base en el informe de las autoridades judiciales, Aníbal Villaroel Muñoz falleció en medio de una riña de la que, supuestamente, fue protagonista. El ente de acusación también investiga.

De acuerdo con el Sistema de Información para la Seguridad y Convivencia de la capital de Antioquia, entre el 1 de enero y el 1 de diciembre de este año, en esta zona del país murieron violentamente 355 personas. Frente a las estadísticas del año pasado, hay una reducción del 2,2 por ciento; es decir, hay ocho casos menos de los 2021.

Los crímenes están asociados a diferentes motivaciones: grupo delictivo organizado (115), convivencia (61), casos de hurto (49), violencia de género (8), violencia intrafamiliar (4), mientras que otros 115 homicidios están en proceso de categorización por parte de la Policía Nacional y la Fiscalía General de la Nación.