Una organización delincuencial que opera en algunos municipios del Valle de Aburrá se especializó en extorsionar a las trabajadoras sexuales. La Policía Nacional puso en evidencia el modus operandi e invitó a las víctimas a denunciar a los estafadores.
Se desconoce el nombre del grupo, pero es de conocimiento público que se mueve entre Itagüí y Medellín, en los barrios de San Fernando, San Gabriel, Belencito, Guayabal, El Bolo, Colinita, La 85 y la Central Mayorista, donde se concentran las personas afectadas.
Sus integrantes se dedican a diferentes actividades ilegales que les mantiene los bolsillos llenos de plata. Por ejemplo, piden dinero con intimidaciones violentas en zonas residenciales y comerciales de ambos municipios, según la investigación judicial.
Cobran por el parqueo de vehículos en vía pública y condicionan las labores de las trabajadoras sexuales a una suma específica. Además, tendrían a cargo la venta de estupefacientes, entre otros hallazgos revelados por la Policía Metropolitana.
“Estas personas realizaban exigencias económicas de hasta 10.000 pesos diarios por cada vehículo estacionada en la vía y hasta 400.000 pesos semanales a las trabajadoras sexuales de la zona de tolerancia del municipio de Itagüí”, se lee en un texto de la institución.
Los ciudadanos que estaban sometidos a estas prácticas tomaron la decisión de denunciarlos. De inmediato, arrancó un proceso de investigación donde hombres y mujeres uniformados vieron de cerca la actuación que protagonizaban los delincuentes.
Pudieron recoger los elementos materiales probatorios para judicializar a una parte del grupo. En una redada encabezada por el Gaula y la Fiscalía General de la Nación, se logró la detención de once sujetos que tendrían relación directa con esta organización.
Nueve de ellas tenían órdenes de capturas emitidas por un juez y otras dos fueron en flagrancia: los vieron con ‘las manos en la masa’. Entretanto, deberán responder por los delitos de concierto para delinquir con fines de extorsión y desplazamiento forzado.
En la lista también aparecen porte, tráfico y fabricación de armas de fuego y porte o tráfico de estupefacientes. En los operativos se les incautó una pistola, 8 cartuchos nueve milímetros, 12.500 dosis de marihuana, 1.000 dosis de base de coca y siete celulares.
Entre los capturados se encuentran cuatro de sus presuntos coordinadores, quienes se hacen llamar como ‘El Peludo’, de 26 años; ‘Julián’, de 25 años; ‘Fredy’ de 41 años; y el ‘Huevo’ o ‘Chatarra, de 33 años, entre otras personas de importancia en la investigación.
“La Policía Metropolitana del Valle de Aburrá invita a la comunidad que fue víctima de estas personas a comunicarse con el Gaula, por medio de la línea 165, para denunciar y continuar con los procesos”, concluyó la institución en un comunicado de prensa.
Este fenómeno está disparado. Por ejemplo, un ciudadano fue privado de la libertad en su propia casa cuando se negó a pagar una millonaria extorsión que le exigió una supuesta banda delincuencial de Medellín. Una llamada telefónica lo salvó de morir.
Cuatro hombres fuertemente armados llegaron hasta la residencia de la víctima para cobrarle la deuda que tenía pendiente con la organización. Él aseguró que no tenía el dinero y lo amordazaron violentamente.
Al parecer, con el paso de los minutos la cifra iba aumentando. Saltó de siete millones de pesos a 14. Entre más se negaba y mostraba la imposibilidad de pagarles, más duro lo golpeaban. Así transcurrieron varias horas.
Incluso, trataron de cortarle la oreja con un cortaúñas, reveló El Colombiano. Sus lamentos pusieron en alerta a los vecinos del corregimiento de San Antonio de Prado. Una persona tomó la decisión de alertar a la Policía Nacional.