Los municipios de Antioquia son unos de los blancos favoritos de las organizaciones delincuenciales para promover sus objetivos económicos, cuya ubicación les permite extender sus brazos armados por otros departamentos: Bolívar, Córdoba, Caldas, Chocó, Risaralda, Boyacá y Santander. En esos corredores transitan armas y estupefacientes.
Este año quedó en evidencia la presencia que impuso el Clan del Golfo, y los grupos aliados que delinquen en la zona, en medio del paro armado y el plan pistola que gestionan en contra de los miembros de la fuerza pública en esta región del país donde han muerto violentamente más de 35 policías y militares.
Con el fin de frenar la arremetida, el Gobierno nacional ordenó redoblar el número de uniformados que operan en las calles e incrementar la presencia de las unidades de inteligencia en Antioquia, sobre todo en la zona del Urabá donde se presume están los peces gordos de las Autodefensas Gaitanistas de Colombia, como alias Chiquito Malo.
A esa zona llegaron los comandos denominados por la fuerza pública como Lobos, un grupo especial contra el crimen organizado que ha estado al frente de las operaciones más destacadas del país. Los integrantes esta célula tienen la responsabilidad de adelantar asaltados contra los cabecillas del Clan del Golfo y contra los campaneros.
“Cada integrante de esta estructura criminal que sea capturado, será trasladado a otras cárceles del país fuera de esta zona. Estos traslados ya empezaron y los haremos con toda la rigurosidad y sin pensarlo dos veces, se van fuera de sus zonas de confort”, mencionó el comandante de la región seis de la Policía, brigadier general Gustavo Franco.
Junto a esta tarea, el Ministerio del Interior y la Gobernación de Antioquia fortalecieron los equipos de la fuerza pública para mejorar las condiciones de movilidad y la capacidad de reacción de estas instituciones ante las amenazas que pongan en riesgo a los civiles o la propia integridad física de los uniformados.
En medio de las alertas que hay por las incursiones armadas de las organizaciones delincuenciales que hay en el departamento, el ministro del Interior, Daniel Palacios, anunció que el Estado tiene el propósito de blindar a la Policía y el Ejército con mejores condiciones de operatividad.
“Hoy estamos cumpliendo nuestros compromisos con Antioquia, estamos haciendo una entrega importante de más de 138 motos y, además, hoy firmamos varias obras de infraestructura que son supremamente importantes para la seguridad del departamento”, afirmó el ministro que anunció construcción en Rionegro, Bello, Itagüí y Envigado.
En las últimas horas, el Gobierno nacional entregó una moderna estación de Policía en el municipio de Santa Fe de Antioquia donde estarán operando los uniformados que han sido atacados sin piedad por la subestructura Edwin Román Velásquez de las Autodefensas Gaitanistas de Colombia.
Los mandatarios locales esperan que esta inversión se traduzca en resultados operaciones contra los ilegales que, en palabras de los defensores de los derechos humanos, tienen secuestrados a los municipios del occidente de Antioquia con homicidios, extorsiones, desplazamientos e instrumentalización de menores.
Frente a ese panorama, el gobernador de Antioquia, Aníbal Gaviria Correa, manifestó que el departamento es una de las zonas más complejas por la incursión de los grupos armados. No obstante, señaló que la fuerza del Estado debe estar firme en estas situaciones. Con el nuevo Gobierno nacional, espera encontrar respuestas para las comunidades afectadas.
“Ese ha sido uno de los puntos trascendentales que hemos trabajado en los últimos tres o cuatro meses y será uno de los puntos que trate con la nueva cúpula y con el ministro de Defensa entrante, porque desafortunadamente no hemos tenido la respuesta que hubiéramos querido para la acción de los grupos criminales que están afectado”, comentó el mandatario.