El trágico asesinato de Cristián Camilo Martínez, de 33 años de edad, en Tacna, Perú, tiene consternados no solo a sus familiares, sino a muchos de los que lo conocieron en el municipio de Chigorodó, Urabá antioqueño, donde nació. Allí, lo recuerdan con dolor en plena Navidad.
Sí, a Cristián lo asesinaron el pasado 23 de diciembre, en una vivienda de esa ciudad, a 18 horas por carretera de Lima, capital de Perú. El joven había viajado hace cinco años a este país en busca de nuevas oportunidades para su familia. Martínez se desempeñaba como prestamista ‘gota a gota’; un negocio, que en los últimos años ha sido muy apetecido por muchos colombianos que han decidido irse a ese país a trabajar. Presuntamente, el joven en compañía de otros compañeros de trabajo, antes de su muerte, habrían hecho como habitualmente lo hacían un cobro a un señor.
“Cristián en compañía de un amigo estaban invitados a una comida colombiana y llegó un hombre haciendo disparos de un momento a otro. Dos de los amigos que lo acompañaban quedaron gravemente heridos. Sobre este caso se está hablando de un ajuste de cuentas, pero la verdad todo está en investigación. Sin embargo, no era algo relacionado con Cristián”, le contó a SEMANA una fuente a quién reservamos su nombre.
En la zona del Urabá antioqueño, Cristián, era muy conocido por haber realizado su carrera como modelo en una reconocida agencia de la región. Además, había participado en diferentes campañas publicitarias y videos musicales desde que tenía 15 años de edad. “Para nosotros es muy doloroso porque desde muy pequeño lo vimos crecer en nuestra agencia”, comentaron.
Cristián, deja a un hijo de nueve años de edad, quién vivía con su mamá en España y a una familia que en plena festividades de Navidad anda en un viacrucis para lograr repatriar su cuerpo, aunque lo ven muy costoso y con muchos trámites. Están pensando que lo cremen allá. Los familiares manifiestan que el proceso dura muchos días.
Cabe recordar que, el pasado 2 de noviembre de 2022, un grupo de colombianos en Perú fueron asesinados por una banda delincuencial que, al parecer, estaría conformada por sicarios venezolanos, indican medios locales. En el informe se recalcó que los nacionales fueron dados de baja por conflictos con su labor como “gota gotas”.
Además, los atacantes dejaron un claro mensaje para los habitantes de la región.
El hecho se desarrolló en la provincia de Cañete, en el departamento de Lima, justamente en el distrito de Mala, donde dos hombres en una moto asesinaron a tres colombianos que, indicó el diario La República de Perú, eran familiares y no habían querido acceder a pagar una “vacuna” a la banda delincuencial Los Gallegos, quienes tendrían el control de la zona para ejercer como prestamistas en modalidad de “gota a gota”.
Las víctimas fueron identificadas como Alexander Arroyave, Kevin Naranjos Salazar y Andrés Naranjos Lescano, recalcó el medio citado, y se agregó que uno de los tres murió en la escena, mientras que habrían muerto cuando eran trasladados hacia los centros médicos.
En la escena, en un pedazo de cartón, los sicarios dejaron un contundente mensaje para los residentes de la zona en el que decía: “De Mala, Cañete: Esto es para todos ‘los gotas’. Respeten el sistema. Atte. Los Gallegos”, dejando claro quienes fueron los autores del atentando y el porqué de las muertes.
Además, según recalcó la División de Homicidios peruana, la banda Los Gallegos sería un brazo armado conformado por migrantes venezolanos, perteneciente al grupo Tren de Aragua, una estructura de crimen urbano que se está expandiendo en varios países de América Latina.