La historia que parece de ficción y sacada de un libreto de telenovela o una película sobre un duque de España multimillonario y que resultó siendo una estafa, tiene nuevos detalles al conocerse que la madre del implicado habría sido funcionaria de la Gobernación de Antioquia, e incluso, allí habría estafado a funcionarios públicos.
Alejandro Estrada Cardona, el joven de 28 años, antioqueño se hizo pasar como nieto de un hombre que provenía del ducado y había arribado a Colombia luego de los sucesos de la Guerra Civil, cruzando primero por Costa Rica y Panamá, su madre apareció en la historia también bajo la fachada de vestimenta costosa y una vida de lujos, se hicieron pasar como familiares de la realeza.
La estafa del supuesto duque heredero y madre, Olga Mercedes Cardona, puede ser superior a más de los 2.000 millones de pesos, esto según lo que han podido contar una de sus víctimas, una pareja de abogados que sacaron a la luz la historia después de varios años.
Durante todo el tiempo que estuvo bajo la fachada de duque, el joven conoció a Kelly Córdoba y Andrés Vasco, junto a otras 16 personas.
La primera impresión que tuvieron es que era una persona que procuraba caerles bien a todos, vestirse elegante con ropa de marca costosa y acudir a restaurantes del más alto estándar de calidad. Además, lo calificaron como alguien con un ego alto y que no ocultaba tener mejores ingresos económicos que las demás personas.
Córdoba era abogada y docente en la Universidad de Medellín. En agosto de 2019, el falso duque estaba, junto con su madre, hablando con otro profesor. Sin embargo, se acercó a la docente y le presentó a su madre porque tenía un problema jurídico relacionado con una responsabilidad médica.
La profesora no le pudo dar respuesta, dado que el asunto no era un tema que manejara ella, sino su pareja. Por eso les ayudó a cuadrar una cita con la firma de abogados donde su cónyuge trabajaba, quien es Andrés Vasco. Posteriormente, los Cardona acudieron y le contaron al litigante toda su situación, relacionada con una negligencia en un procedimiento médico.
Todo marchó bien hasta que el estudiante de la universidad empezó a revelar detalles de su presunta vida privada ligada a la realeza, cuando Vasco y un colega estudiaron el caso del dinero de los daños ocasionados a Cardona en el médico y comprobaron que sí era una persona con altos ingresos y capital. Además de ello, el modo por el cual él y su madre se vestían los hizo suponer que venían de una familia importante.
Con el paso del tiempo, el joven estuvo en contacto con los abogados. Constantemente, los llamaba, enviaba mensajes de texto, asistía a reuniones virtuales, entre otras acciones. Para Córdoba, su madre y él estaban bastante interesados en solventar el caso. Además, ella estuvo en las respectivas audiencias y asesoró jurídicamente al joven con su deseo de montar un negocio de comida saludable.
El proceso legal continuó y luego apareció otro. Cardona señaló que habían tenido un inconveniente con la dueña del local que habían arrendado. Al igual que el otro caso, los abogados ayudaron al antioqueño y fueron forjando un vínculo con él. “Se estaban encargando de apagar los incendios que prendía Alejandro”, declaró la abogada.
Ellos estaban cómodos con representarlos, debido a que era un cliente que tendía a estar en líos, por lo que ayudarlo representaría ganancias económicas para la firma. En todo el tiempo, Cardona siempre fue puntual con los respectivos pagos. Tanto Córdoba como Vasco eran conscientes de los presuntos lazos familiares de ellos. A modo de agradecimiento, tanto el joven como su madre empezaron a invitar a los litigantes a reuniones sociales en prestigiosos sitios, proponiéndoles incluso hacer parte desde el ámbito jurídico de un proyecto que iban a realizar.
En esas charlas, los Cardona revelaron la historia del abuelo, relacionado con el ducado español. Con lujo de detalles, los abogados conocieron al pie de la letra toda la mentira que les estaban contando, en especial con la herencia que les había dejado. Además, el antioqueño les contó que había tenido problemas fiscales, ocasionados por la gran suma de dinero que obtuvo al cumplir la mayoría de edad.
La relación amistosa se fue fortaleciendo. Córdoba y Vasco frecuentaron el domicilio de los Cardona. En esas visitas, fueron conociendo detalles de la vida privada del antioqueño, caracterizada por problemas con la justicia con respecto al dinero. Sumado a ello, ese historial no le permitía a él solicitar un préstamo bancario.
Posteriormente, el joven se fue a vivir a Estados Unidos con su madre, donde compró ropa para distribuirla en Colombia con un socio. Sin embargo, el negocio no prosperó y Cardona cayó en depresión. La madre acudió a Córdoba para que le ayudara dándole apoyo emocional a su hijo.
Finalmente, en 2021, los abobados accedieron a hacer parte de un proyecto que la familia estaba pensando llevar a cabo. “Alejandro va a ser el hijo que nunca tuvieron”, mencionó una vez Olga Cardona, quien estaba ampliamente agradecida con ellos por la relación que habían forjado.
En un punto, la pareja de abogados le había prestado casi seis mil dólares a Cardona para sus negocios. Sin embargo, las autoridades españolas empezaron a tenerlo en la lupa, motivo por el cual empezaron a monitorearlo, especialmente en sus finanzas. Eso hizo que la relación fuera más distante que presencial, dado que sería un riesgo.
Tiempo después, las autoridades españolas confirmaron que el legado de 900 mil euros correspondiente al antioqueño se podría efectuar. Buscando el dinero de varias formas, Córdoba y Vasco consiguieron la manera de viajar allí. Sin embargo, la audiencia en la cual se entregaría el dinero se aplazó.
Cardona les dio parte del dinero que les debía, lo cual hizo que la confianza no se perdiera. Pero, los abogados empezaron a sentir que los estaban monitoreando. Tanto así que el presunto abogado que representaba al antioqueño los contactó, indicando que ellos debían más dinero que el que habían pagado para viajar. En esa visita a España, junto con los Cardona gastaron dinero en tiendas y restaurantes de lujo.
En una ocasión, los Cardona acudieron a la oficina de los abogados y, dadas las preguntas que hicieron, sospecharon que se habían enterado del fraude. Finalmente, y por arte de magia, los responsables desaparecieron de redes sociales y demás canales de contacto. Entonces Córdoba y Vasco quedaron con las manos vacías y fueron víctimas de una estafa de una suma grande de dinero.