El conductor de un carro particular vivió una pesadilla cuando tomó la decisión de recoger a tres jóvenes en una calle de Medellín, quienes lo citaron por medio de una plataforma digital y le pidieron que los movilizara hacia un municipio del norte del Valle de Aburrá.
Durante el trayecto, los clientes se abalanzaron violentamente hacia él y le quitaron el control del automotor. Al parecer, lo intimidaron con un arma de fuego para que accediera a sus pretensiones. Sin embargo, mostrar la pistola no les resultó suficiente.
Lo amordazaron, le propinaron varios golpes y le cubrieron los ojos con una tela. Aunque el juego no les salió como lo tenían pensando, porque la víctima se percató de la presencia de una patrulla de la Policía y se tiró a la calle mientras el carro estaba en movimiento.
Esa escena llamó la atención de los uniformados. Al pedir explicaciones, el hombre les dijo que lo estaban robando y se activó un operativo para detener a los supuestos delincuentes. Él les advirtió que dentro del automotor se encontraban tres jóvenes.
En una fuerte persecución en el municipio de Bello, no les quedó más remedio que dejar el vehículo en una carretera y huir para esquivar a las autoridades. Aunque la oportuna reacción permitió la detención de dos de los supuestos implicados, otro escapó.
La Policía Metropolitana del Valle de Aburrá detalló que ambos capturados se encuentran privados de la libertad y fueron dejados a disposición de la Fiscalía General de la Nación, para que los procese por los delitos que fueron denunciados por la víctima.
Además de este trámite judicial, en las últimas 24 horas fueron aprehendidos otros 64 ciudadanos, sorprendidos tras infringir diferentes normas y se hicieron efectivas ocho órdenes judiciales. Adicionalmente, se recuperó un carro y una motocicleta en la subregión.
De igual manera, las autoridades judiciales están tratando de esclarecer un nuevo caso de justicia por mano propia que se registró en las últimas horas en las calles de la capital de Antioquia. En medio de la confusa escena, un joven de 19 años fue baleado y falleció en una clínica.
El incidente se presentó en las inmediaciones de un establecimiento comercial ubicado en el barrio Laureles. De acuerdo con la versión de la Policía Nacional, la víctima mortal habría intentado arrebatarle las pertenencias a alguien y hubo una reacción violenta.
Al parecer, el ciudadano que se resistió al robo sacó su arma de fuego y la accionó en repetidas oportunidades contra el el hombre, identificado como Samuel Jaramillo Aguirre. En ese momento, el estruendo de las balas estremeció a los comensales.
La Secretaría de Seguridad y Convivencia de Medellín informó que el joven recibió los primeros auxilios en el sector donde ocurrió el incidente, pero falleció por la gravedad de sus heridas en un centro asistencial. En el expediente del proceso se lee: el “cuerpo presentaba varias lesiones ocasionadas con arma de fuego”.
Aunque se anticipó que los motivos y responsables de los hechos son materia de investigación, el crimen sí habría ocurrido en medio del supuesto atraco. Son varios elementos recopilados por las autoridades que podrían sustentar esta tesis.
Una vez arribaron los uniformados a inspeccionar la situación, se presentó de manera voluntaria el hombre que agredió a Jaramillo Aguirre y mostró la pistola con la que protagonizó el hecho que, en ese instante, solo referenciaba lesiones en la víctima.
El capitán Ronald Peña, oficial de supervisión de la Policía Metropolitana del Valle de Aburrá, indicó que él contaba con todos los requisitos para portar el arma de fuego y se puso a disposición de las autoridades para hacer frente a las respectivas acusaciones.
Así describió la situación: “Esta persona, al parecer, pretendía hurtar a un ciudadano, quien, con su arma de propiedad debidamente amparada, reacciona hiriendo a este ciudadano. Es de anotar que esta persona espera a las autoridades, se presenta”.