Un nuevo ataque delincuencial contra las autoridades tuvo lugar en las últimas horas en Antioquia. Hasta la zona urbana del municipio de Campamento llegaron sujetos desconocidos que lanzaron un artefacto explosivo contra las instalaciones de la Alcaldía, ubicada en las inmediaciones de la estación de la Policía Nacional.

Un fuerte estruendo se escuchó a las 11:45 p. m. de este jueves en las calles de este pueblo del norte antioqueño. La activación de un elemento artesanal llegó acompañada de disparos que se lanzaron desde un sector de la cabecera municipal. En consecuencia, un uniformado quedó lesionado luego de la detonación. También hubo daños materiales.

En imágenes registradas por la comunidad se ven los estragos que causaron los ilegales. Por ejemplo, la fachada de la administración local quedó parcialmente afectada: los vidrios se quebraron tras la expansión del explosivo y las balas que se prolongaron por varios segundos mientras la fuerza pública reaccionaba ante la emergencia.

El Gobernador de Antioquia, Aníbal Gaviria Correa, confirmó el ataque a tempranas horas de este viernes: “Anoche en Campamento se produjo un hostigamiento, allí resultó herido un auxiliar de policía. Todo nuestro rechazo a estos actos violentos”, afirmó. A la par, las autoridades anunciaron la apertura de una investigación para identificar a los emisores.

En esa zona del departamento hay fuerte presencia de los grupos armados que están en disputa por el control de las rentas criminales que deja la producción del narcotráfico y la minería. La ofensiva violenta es encabezada por los integrantes del Clan del Golfo, disidencias de las Farc y el Ejército de Liberación Nacional (ELN).

Sin embargo, el alcalde de este municipio, Juan Pablo Torres Piedrahíta, detalló que no se le atribuye esta acción terrorista a ninguno de ellos porque los estudios no lo han puesto en evidencia. Además, porque en los consejos de seguridad que se han adelantado en la localidad no se ha confirmado la operación de estas organizaciones ilegales.

“Nosotros en el pasado tuvimos presencia de la guerrilla, pero realmente Campamento ha sido un municipio muy tranquilo durante los últimos años. Lo que sí se ha venido presentado una situación de microtráfico, no somos ajenos a esa problemática del país”, manifestó el mandatario de esta zona del norte del departamento.

De acuerdo con el Sistema de Información Estadístico, Delincuencia Contravencional y Operativo de la Policía Nacional, en lo que va corrido de 2022, en el departamento de Antioquia se han registrado cerca de 153 acciones terroristas contra las autoridades. La situación más crítica se vivió en el marco del plan pistola que impulsó el Clan del Golfo.

A varios kilómetros de Campamento, se mantiene una lucha entre los grupos armados por el control territorial. Según lo ha denunciado la Defensoría del Pueblo, en las subregiones del norte y nordeste hay un alto índice de violencias a los derechos humanos por parte de los actores que sostienen confrontaciones para tener más pedazos de tierra.

Recientemente, se emitió una alerta temprana para que las autoridades nacionales y locales garanticen la protección de los habitantes de cinco municipios: Amalfi, Anorí, Remedios, Segovia y Vegachí. Allá hay antecedentes de homicidios selectivos, desplazamientos, torturas, secuestros y exigencias de extorsiones al comercio.

“Existe un alto riesgo de violaciones a los derechos humanos contra líderes y lideresas sociales, firmantes del Acuerdo de Paz y sus familias y defensores de derechos humanos. También hemos encontrado el incremento homicidios, reclutamiento forzado en contra de niñas, niños y adolescentes y enfrentamientos en los que la población civil queda en medio”, señaló el defensor del Pueblo, Carlos Camargo.

Este escenario se repite en las poblaciones del Bajo Cauca antioqueño, donde el Clan del Golfo le está cerrando el paso a los ilegales que revivieron al grupo armado de Los Caparros.