La Defensoría del Pueblo presentó la radiografía del reclutamiento forzado que promueven los grupos ilegales en el departamento de Antioquia. Este fenómeno tiene un aumento cercano al veinte por ciento en algunas subregiones. La situación es crítica.
Ellos estarían utilizando varias modalidades para llamar la atención de los menores de edad en la ciudad de Medellín y los municipios del nordeste, norte, suroeste, occidente y oriente. Los protagonistas serían el Clan del Golfo, ELN y disidencias, entre otros actores.
Al parecer, contactan a las víctimas por medio de las redes sociales y llamadas telefónicas. En medio del intercambio de palabras, exponen los beneficios económicos y los regalos que podrían recibir en dado caso de que cumplan con las tareas que les encomiendan.
También se identificaron prácticas de enamoramiento, suministro de cigarrillos y motocicletas a cambio de favores. Además, estarían poniendo a disposición de los niños y jóvenes un salario que va desde un millón de pesos hasta los tres millones de pesos.
La Defensoría del Pueblo aseguró que las personas que viven este flagelo están observando a las organizaciones delincuenciales como la autoridad en los territorios, principalmente los jóvenes, que no se atreven a denunciar por la desconfianza.
Diariamente, las comunidades de Ituango ven a los ilegales adoctrinar a los menores. Las inmediaciones de las instituciones educativas son los escenarios frecuentados por los armados. Los docentes de 115 sedes rurales y 5 colegios atestiguan la aterradora situación.
“El grupo se gana la confianza y, a través de los colegios, pasa y les dan regalos, los alecciona, les meten ideas políticas opositoras al Estado. El niño a los catorce años no tiene el poder para tomar decisiones”, dijo la defensora del pueblo en Antioquia, Yucelly Rincón.
En este mismo pueblo, el Ministerio Público identificó que les piden informar si una persona extraña visita la zona donde concentran sus operaciones o les solicitan transportar estupefacientes de un lado al otro, entre otras peticiones de alto riesgo para ellos.
Desde esta entidad se cuestionó a la fuerza pública y se pidió un acompañamiento más cercano a las comunidades rurales: “¿Dónde están los grupos de inteligencia? No es si no que se paren en un centro educativo y se dan cuenta qué es lo que está pasando”.
El gobernador de Antioquia, Aníbal Gaviria Correa, no desconoció los hechos y cuestionó los gestos de paz que estarían manifestando los actores ilegales en el marco del proyecto de la ‘paz total’ que impulsa el Gobierno nacional con los protagonistas del horror.
“¡Cobardes todos aquellos que reclutan niñas y niños para la guerra! Desde hace varios meses venimos denunciando esta grave situación que se presenta en el norte de Antioquia, para lo cual estamos propiciando mesa especial con el Gobierno”, comentó.
La alerta no cayó muy bien a la comandancia del ELN y Antonio García desmintió la información de Gaviria: “Hemos hecho claridad que el ELN no hace reclutamientos. Las personas se vinculan voluntariamente. No vinculamos menores de edad a nuestras filas”.
Esas palabras causaron malestar en la opinión pública porque nadan en contra de la realidad que han expuesto las autoridades judiciales, organismos internacionales y las administraciones locales. Pues bien, el gobernador refutó la respuesta del jefe del ELN.
“Al país hay que decirle la verdad sobre el reclutamiento infantil por parte del ELN. Ahora dicen que no se reclutan menores cuando es una verdad que dolorosamente hemos palpado en Antioquia. Que no le mientan al país y que no le mientan de frente”, expresó.
La Fiscalía General de la Nación no solo tiene la lupa sobre la retención protagonizada por la guerrilla, también las actuaciones irregulares de las Autodefensas Gaitanistas de Colombia que están afinando sus tropas en el norte, nordeste y Bajo Cauca antioqueño.