Este jueves 8 de diciembre caerá el edificio Continental Towers del barrio El Poblado de Medellín, cobijado desde el 2013 con una orden de evacuación por riesgo de colapso. A las diez de la mañana se terminará la pesadilla para 116 familias y los vecinos del inmueble que rezan desde entonces para no ver el desplome de la unidad residencial.
Una radiografía realizada por la firma Castañeda Muñoz Ingeniería Civil S. A. S., contratada por el Departamento Administrativo de Gestión del Riesgo de Desastres de la ciudad, dio cuenta del estado actual de la estructura. Las conclusiones son escandalosas y planteó como única opción la detonación urgente de todas las columnas de esta urbanización.
Fueron nueve los hallazgos presentados al distrito. Cada párrafo describe las razones por las que los organismos de socorro deben borrar del mapa al edificio que amenaza con caerse desde hace nueve años en este exclusivo sector del Aburrá, pero que no había sido intervenido por las administraciones a la espera de la reacción del constructor.
En primer lugar, el grupo de expertos afirmó que en la obra hubo una redistribución de la carga vertical y se aumentaron significativamente las demandas de fuerza en algunas partes de la estructura para mantenerla de pie. A ese escenario se llegó luego de que se removieran algunos muros de mampostería que hacían parte de la resistencia.
Estos elementos le daban soporte a los pisos y rampas. Varias denuncias públicas emitidas por los propietarios del conjunto relacionan a fleteros en la destrucción del inmueble. En varias imágenes registradas en las redes sociales han quedado en evidencia los ilegales mientras desvalijan partes de las viviendas, porque no había vigilancia para frenarlos.
En una parte del archivo se lee que las mediciones topográficas adelantadas en las últimas semanas revelan un movimiento de la estructura con dirección sur – occidental, hacia el sector donde fueron construidas las rampas de los parqueaderos. Este escenario obligó al distrito que la implosión sería antes de cerrar noviembre, pero la logística no estaba lista.
“Las cargas actuantes generan demandas que sobrepasan las resistencias nominales y están muy cerca de las resistencias confiables (teóricas) de varios elementos, y se está alcanzando una condición muy cercana a un estado de equilibrio inestable de la estructura”, registraron las unidades técnicas de la firma de ingenieros contratada.
En los recorridos adelantados por los especialistas también se dictaminó que en la parte inferior de algunos sectores hay fisuras en las columnas. Esto daría cuenta de una posible falla por comprensión en el edificio Continental Towers de El Poblado que, por los casos reportados en el mundo, son escenarios explosivos que no dan aviso para reaccionar.
Otro de los argumentos que ha causado estruendo tiene que ver con la amenaza que representa para las personas: “La estructura está sufriendo movimientos que generan demandas de fuerzas y desplazamientos adicionales en varios elementos de la edificación. Eventualmente, estas demandas podrían anticipar un colapso de la edificación”.
Si bien en la baraja de los organismos de socorro de Antioquia se encontraba la posibilidad de reforzar la obra para mitigar las afectaciones, el estudio contrarió esa posibilidad y dejó claro que la implosión es la única respuesta para atender al conjunto porque se configura como un peligro para las personas que se mueven en las inmediaciones del proyecto.
La Alcaldía de Medellín acató la información al pie de la letra. Las labores de implosión de este jueves estarán a cargo de la misma compañía que tumbó las torres de Space en 2014: Atila Implosiones S. A. S., con el respaldo del Departamento Administrativo de Gestión del Riesgo de Desastres y el Ejército Nacional, quien custodia la zona de esta semana.