Con la fuerza de su liderazgo y una impecable formación militar, la teniente Mónica Manuela Arias, de 28 años, lidera a más de 100 soldados de la Brigada Liviana de Caballería del Ejército Nacional en el aseguramiento de una de las principales arterias viales de Colombia. Este tramo conecta los departamentos de Antioquia y Córdoba, y su seguridad es vital para la región.
La teniente Arias, de contextura delgada, 1,65 metros de estatura y ojos cafés, es reconocida no solo por su aspecto, sino por su carácter decidido y su excepcional capacidad de mando. Su carrera en el Ejército comenzó por una profunda vocación de servicio, alimentada por su formación como atleta y su experiencia como brigadier mayor en la Escuela Militar de Cadetes General José María Córdova. Además, su paso por el Batallón de Armas Combinadas y la Escuela de Caballería la han preparado para afrontar los retos que hoy lidera.
En agosto de 2024, luego de los ataques terroristas del ELN en el Bajo Cauca Antioqueño, donde se incendiaron tres camiones y un bus de servicio público, la teniente Arias asumió un rol fundamental. Como líder del Grupo de Caballería Liviano N.º 9, desplegó a sus tropas para apoyar la Séptima División en la seguridad de esta crucial vía, contribuyendo a frenar la acción de grupos criminales en la región. En menos de dos meses, bajo su mando, las fuerzas del Ejército incautaron más de 134 cartuchos de diversos calibres, capturaron a varios delincuentes y confiscaron armas de fuego, proveedores y equipos de comunicación, desarticulando parcialmente las redes delictivas.
“Las mujeres en el campo de combate aportan significativamente a las operaciones. No somos ni más ni menos, solo un complemento necesario para lograr los objetivos”, afirma la teniente Arias, quien ha logrado ganarse el respeto no solo de sus compañeros y superiores, sino también de los transportadores de la región y, sorprendentemente, de los mismos grupos al margen de la ley. Su determinación y confianza en sí misma se reflejan en los resultados de su gestión, que han fortalecido la seguridad en la zona.
La historia de la teniente Mónica Arias no solo destaca su autoridad en el terreno, sino también el avance de las mujeres en posiciones de liderazgo dentro del Ejército Nacional. Con una carrera que apenas comienza, Arias es considerada una prometedora oficial con el potencial de ascender a altos cargos, e incluso podría llegar a ser una futura general o comandante del Ejército. Su trayectoria es un testimonio de la creciente inclusión de las mujeres en las Fuerzas Armadas, quienes, con dedicación y esfuerzo, están marcando la diferencia en el cumplimiento de la misión constitucional de Defensa de la Vida y el respeto por los derechos humanos y el derecho internacional humanitario.
El papel de las mujeres en las Fuerzas Militares no solo contribuye a fortalecer la seguridad del país, sino que también enriquece la capacidad del Ejército para enfrentar los desafíos actuales. La teniente Arias es un claro ejemplo de cómo el liderazgo y el compromiso pueden transformar la seguridad de Colombia y, a su vez, evidencian el progreso en la integración y la diversificación de las capacidades militares.