El alcalde de Medellín, Federico Gutiérrez, expidió dos decretos para enfrentar la explotación sexual en el barrio El Poblado, luego del incidente que se vivió con un ciudadano estadounidense cuando fue descubierto junto a dos niñas en un hotel de ese sector.
El primero, suspenden por seis meses consecutivos la oferta y demanda de servicios sexuales en esta comuna. En segundo lugar, se cambia el horario de rumba: los locales tendrán que cerrar las puertas a la 1:00 a. m. Esto estará acompañado de medidas sociales en todo el territorio.
El secretario de Seguridad, Manuel Villa, explicó que la norma no busca perseguir la prostitución, dado que la Constitución no la prohíbe. La mirada está puesta sobre los proxenetas, “clientes” y establecimientos comerciales que faciliten los encuentros sexuales.
“Perseguimos a quien demanda servicios sexuales, a quien se presta para facilitarlos o quien tolera esos servicios sexuales. Ahí está el proxeneta, ahí están los nacionales o extranjeros que van detrás de las personas que prestan servicios sexuales, ahí están los establecimientos que facilitan estos fenómenos”, señaló el secretario.
La Alcaldía anticipó que, si bien esto cobija a El Poblado, es posible que el fenómeno se desplace a otros sectores de la capital de Antioquia. En efecto, la norma se modificará y se aplicará con la misma fuerza en los barrios donde migre la situación, como se podría dar en la comuna de Laureles.
Este decreto estará en firme desde este lunes 1.° de abril y, paralelamente, el distrito acompañará y caracterizará a las personas que están inmersas en este tipo de actividades; la misión estará encabezada por la Secretaría de Inclusión Social y de Mujeres.
La segunda medida es la modificación del horario de operación de los establecimientos comerciales del Parque Lleras, el espacio donde se reúnen cientos de mujeres diariamente y son captadas por hombres. Según las investigaciones, allí tendrían injerencia organizaciones delincuenciales.
Las puertas se tendrán que cerrar a la 1:00 a. m. y esto cayó como un baldado de agua fría para los comerciantes. Los primeros en pronunciarse fueron los miembros de la Asociación de Bares de Antioquia, liderados por el empresario Juan Pablo Valenzuela.
“Manifestamos nuestro rechazo a la reducción del horario de funcionamiento en establecimientos nocturnos del Parque Lleras hasta la 1:00 a. m. Es una medida desproporcionada que no guarda causalidad con el propósito de mitigar los riesgos de ESCNNA. Afectará el empleo y la economía”, dijo Valenzuela.