Un lamentable hecho aún tiene consternados a los habitantes de Sabaneta, sur del Valle de Aburrá, y todo el país. En el transcurso de la mañana de este 9 de noviembre, un hombre identificado como Héctor Sánchez Galva, de 50 años, decidió acabar con su vida, pero además involucrar a su hijo. Lo agarró y se tiró al vacío desde un quinto piso. Afortunadamente, el menor de 22 meses de nacido se salvó, como muchos dicen, “milagrosamente”.

De acuerdo con Fredy Meneses, coordinador del servicio de Urgencias Hospital Venancio Díaz de Sabaneta, el menor ingresó en un estado estable aproximadamente a las 8:00 de la mañana, donde le realizaron unas radiografías en varias zonas del cuerpo para descartar algo delicado.

“Se le encontró una fractura simple en la pierna derecha, donde permaneció en estado de observación, no presentó deterioro neurológico ni manifestaciones de trauma severo. Sin embargo, se insistió en la remisión al Hospital San Vicente Fundación de Medellín, dada la alta energía de impacto que presentó en la situación”, explicó el médico.

Agregó que, afortunadamente fue bien recibido en un hospital de alta complejidad, a donde fue trasladado y está en observación. En caso de ser necesario le tomarán algunas ayudas diagnósticas y exámenes complementarios para descartar cualquier riesgo.

Pero muchas personas se estarán preguntando, ¿cómo sobrevivió un menor de 22 meses a una caída desde un quinto piso?, tal vez un milagro, o la posición en la que cayó el niño, esto agregó el médico: “Probablemente sea el cuerpo del padre quién absorbe la mayor cantidad del impacto en el momento de la caída, por eso creemos que se salvó el niño”.

Rogelio Londoño, comandante de Bomberos de Sabaneta, contó que cuando llegaron al sitio a atender la emergencia, al niño ya se lo habían llevado para un hospital. “Una enfermera y un médico, quienes viven cerca de la unidad residencial de donde ocurrieron los hechos, le brindaron los primeros auxilios al menor y se lo entregaron a la mamá y niñera. Luego, según versiones de la comunidad, lo llevaron ellos mismos a un centro asistencial”, sostuvo Londoño.

Según versiones de allegados al conjunto residencial, donde residían la pareja de esposos en Sabaneta, el hombre y su esposa eran profesionales y estaban dedicados 100 % a la crianza de su hijo, a pesar de que trabajaban. Sin embargo, no entienden cómo se le ocurrió cometer tal barbaridad de tirarse con su propio hijo.

La emergencia se reportó a las 7:40 de la mañana de este miércoles a través de la línea 123. Un ciudadano se dio cuenta que una persona cayó al vacío desde un edificio ubicado en la vereda La Lomita de esta localidad del sur del Área Metropolitana. Uno de los vigilantes que estaba custodiando el sector les entregó detalles a los investigadores de la Policía.

“El cuadrante llegó al inmueble, se entrevistaron con el vigilante de la unidad, quien manifestó que, al parecer, esta persona se sube a la ventana de su apartamento en el quinto piso y se lanza al vacío con un bebé”, se lee en el informe que realizaron los uniformados del municipio cuando arribaron al sitio a verificar la alarma que se encendió.

De inmediato fue trasladado el adulto mayor al servicio de urgencias de la Clínica Las Américas del Sur, donde llegó en críticas condiciones de salud y, posteriormente, falleció. Por otro lado, el menor se salvó de milagro. En el reporte emitido por la Policía Nacional se explica que no presentó lesiones. Sin embargo, se mantiene bajo estricta observación médica.

Con base en las estadísticas del Instituto Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses, entre el primero de enero y el 30 de septiembre de este año, en la capital de Antioquia se atendieron 163 casos por suicidios. Mientras que en los doce meses de 2021 la cifra escaló a 190 alertas.

El caso registrado en las últimas horas se suma al de Karen Castaño, que se lanzó en el mes de septiembre desde el último piso de la Clínica Medellín, edificio ubicado en el centro de Medellín. Antes de quitarse la vida, dejó una estremecedora carta dirigida a su hija donde daba cuenta de los pasos que dio en la tierra.

En una publicación de 22 párrafos, Castaño le relató a su pequeña hija las razones que la llevaron al suicidio. Con los dedos ágiles y con el destino definido, tecleó sobre una pantalla los dolores que la impulsaron a lanzarse desde el edificio: las pesadillas que encontró dentro de su familia y las batallas que libró en su negocio.

A las 7 de la noche varias personas registraban con sus celulares el angustioso momento y pedían ayuda a las autoridades. Sin embargo, pese a las llamadas de alerta, la vida de la joven no se pudo salvar. Ella se tiró con las preocupaciones que la empujaron y los testigos la recibieron en el piso con el dolor de no haberla salvado.

Ella estaba al frente de una empresa que empezaba a despegar en el Valle de Aburrá. Cargaba con las inversiones de conocidos y el salario de sus trabajadores. En los seis meses del primer semestre de este año, sintió en sus bolsillos los resultados de tantos esfuerzos que estaban justificados en el bienestar de su niña, Gabriela.