Los acudientes de una niña de 8 años la llevaron a clases y no regresaron a tiempo al colegio. La historia conmociona a Medellín y se han dado cientos de interpretaciones. SEMANA conoció detalles del operativo que hizo la Policía y el avance de la investigación.
El suceso ocurrió el pasado viernes, 5 de mayo. Tal como lo conocían sus parientes, la jornada escolar culminó a las 4:30 de la tarde. La pequeña se quedó esperando que fueran por ella, mientras los docentes de la institución la acompañaban en esa pesadilla.
Tal como lo advierte el protocolo de la Secretaría de Educación, trataron de contactarse con los padres de familia para averiguar qué estaba pasando y no hubo respuesta. Los profesores esperaron una señal de vida de los adultos hasta las 7:30 de la noche.
Media hora después, se comunicaron con la línea de emergencia para que las autoridades asumieran el control. En el colegio se redactó un acta donde se resumía la situación y se responsabilizó a la Policía Nacional de la integridad de la niña después de salir de las aulas.
Cuando el documento fue oficializado con las respectivas firmas y los uniformados planeaban el lugar donde la llevarían, apareció su padre, presuntamente, en alto grado de alicoramiento. Los uniformados no se la entregaron y procedieron con el operativo.
El caso llegó hasta la Comisaría de Familia de Castilla, donde se determinó enviarla a un hogar de paso mientras avanzan las investigaciones. El Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF) también puso la lupa sobre el abandono que sufrió la menor de edad.
Presuntamente, esto obedecería a una falta de comunicación por parte de los padres. Al parecer, ese día le habrían puesto punto final a la relación sentimental que los unió y la crisis amorosa habría desencadenado la escena que impresiona a la ciudad.
Otro escandaloso suceso
Dos niñas fueron las protagonistas de varios videos sexuales que fueron comercializados en Medellín. La Fiscalía pudo establecer que la progenitora las obligó a pararse al frente de una cámara para registrar las escenas que terminaron en las manos de un extranjero.
En el momento en que ocurrieron los hechos, las menores tenían entre 11 y 14 años. Una investigación adelantada entre los años 2020 y 2021 puso en evidencia la espeluznante situación donde la madre recibió dinero a cambio de las imágenes de sus pequeñas.
“Una mujer de 34 años grababa contenidos pornográficos con sus hijas, que luego vendía a un abogado mexicano que visitaba con frecuencia el país”, así lo determinó la investigación del ente de acusación, la Policía Nacional y una agencia especial de Estados Unidos.
Una vez se recolectó el material probatorio para asegurar las irregularidades cometidas por los dos implicados ante un juez de la república, se tomó la decisión de capturarlos el pasado 6 de diciembre de 2022 para que les hicieran frente a los señalamientos.
En medio del trámite, el juzgado sentenció a la progenitora a 18 años de prisión en un centro carcelario de Antioquia por los delitos de proxenetismo con menores de edad agravado, actos sexuales agravados y pornografía con persona menor de 18 años agravada.
Mientras que el ciudadano extranjero de 62 años, identificado como Héctor Ramón Rocher Salas, estará privado de la libertad durante diez años por las faltas de acto sexuales con menores agravado y pornografía con personas menores de 18 años agravada.
Él también deberá pagar una multa de 150 salarios mínimos legales mensuales vigentes y está a la espera de conocer el lugar donde deberá permanecer mientras paga la condena bajo la vigilancia del Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario (Inpec).