La Policía Nacional recapturó en las últimas horas a Óscar Camargo Ríos, alias Pichi, distinguido por todo Colombia como el Pablo Escobar de Bucaramanga. SEMANA conoció que el delincuente, supuestamente, quería ser el líder de las economías ilícitas en el departamento de Santander.
Este sujeto era buscado por las autoridades desde el pasado 10 de octubre, el día que burló la seguridad del Inpec y escapó de un exclusivo apartamento de Medellín donde pagaba una condena por concierto para delinquir. La fuga causó un escándalo en el país y nadie asumió las responsabilidades.
Pichi se refugió en la zona rural del municipio de Copacabana, Antioquia, y tenía la certeza de que no estaba expuesto a una eventual detención. Sin embargo, una amante y una mascota lo pusieron en evidencia ante los detectives de la Policía Nacional que le siguieron el rastro por aire y tierra.
En medio de las investigaciones, los uniformados accedieron a los planes que tenía el delincuente. Al parecer, quería tomar el control del narcotráfico y las extorsiones en Santander bajo la organización de Los Pichis. Ese nombre causa terror en comerciantes y tenderos de ese departamento.
Una fuente de la institución reveló a SEMANA su presunto objetivo: “Él tenía planeado regresar a comandar su estructura en Bucaramanga. Él quería seguir ampliando esa organización criminal, que es la responsable de todo el tráfico de estupefacientes en Santander, con énfasis en Bucaramanga”.
Además, el hombre pretendería seguir llenándose los bolsillos con el cobro de extorsiones y continuar con los homicidios selectivos en el área metropolitana, donde los grupos delincuenciales están en una competencia a sangre y fuego para tomar el control de la venta de estupefacientes a gran escala.
Alias Pichi tiene una gran fortuna a cuenta de estas actividades ilegales. Aunque ahora deberá permanecer en prisión, las investigaciones ahora girarán hacia sus parientes para indagar en los supuestos beneficios económicos: bienes muebles e inmuebles de 51 personas que están bajo la lupa de las autoridades.
Camargo Ríos deberá retomar la condena de 90 meses por concierto para delinquir y se le sumarán tres delitos más: fuga de presos, porte ilegal de armas de fuego y reincidencia en concierto para delinquir. Su situación judicial será definida por un juez de Antioquia en las próximas horas.
Hay expectativa por lo que pueda ocurrir con este hombre, dado que sus decisiones influyen en el comportamiento del orden público en la ciudad de Bucaramanga y sus alrededores. La petición será que sea resguardado en una cárcel de máxima seguridad donde se desconecte de la delincuencia.