Una tragedia se presentó al mediodía de este 28 de noviembre en una vivienda del barrio Quitasol, municipio de Bello, norte del Valle de Aburrá. Allí, un hombre asesinó a su esposa propinándole varios impactos de bala y de inmediato se quitó la vida con la misma arma con la que la mató.
Según la versión de una de las vecinas, quien se encontraba en el lugar de los hechos y era amiga de la mujer, contó que su amiga se encontraba discutiendo con su pareja sentimental antes del lamentable suceso. De un momento a otro, el hombre saca un arma de fuego y le dispara en diferentes partes de su cuerpo y posteriormente se dispara él, quedando ambos encima de la cama de la habitación principal de la residencia, ubicada en el barrio Niquía Quitasol.
De acuerdo con la versión de otra de las vecinas, el hombre le habría prohibido a su esposa usar redes sociales, hablar con otros hombres. Por lo tanto, las autoridades investigan los hechos con el fin de entregar información oficial del fatal desenlace.
De enero a octubre de 2022 han sido asesinadas en el departamento 112 mujeres. Comparado con los años anteriores, se presenta una disminución del 22 % con respecto a 2021, donde en este mismo período habían sido asesinadas 124 mujeres. Aunque hay una disminución, han aumentado los casos de suicidio, en el que no solo se ve afectado la persona con esas intenciones, sino otras en medio de esta lamentable problemática, en su mayoría familiares.
De acuerdo con las estadísticas del Instituto Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses, entre los meses de enero y septiembre de este año, en la capital de Antioquia se han registrado 163 suicidios.
Uno de los acontecimientos que más conmovió al país fue el de Karen Castaño, una joven de 22 años que se tiró al vacío desde el último piso de la Clínica Medellín. Ella dejó una carta pública escrita en su cuenta de Facebook donde explicó las razones que la impulsaron al suicidio, dirigida a su pequeña hija.
En los párrafos dio cuenta de un abuso sexual del que habría sido víctima por parte de un miembro de su familia y un trastorno de estrés postraumático que fue diagnosticado por un médico psiquiatra. En la lista también detalló los desórdenes que tuvo en su negocio por decisiones que tomó en medio del caos. Este caso desempolvó la urgencia de la salud mental en Medellín.
Sin embargo, esta semana se volvieron a activar las preocupaciones porque dos personas se quitaron la vida con una diferencia de doce horas: una mujer se tiró a los rieles del Metro y otra se lanzó desde el piso 15 de un edificio ubicado en El Poblado.
De la primera emergencia se sabe que ocurrió en inmediaciones de la estación Tricentenario y las autoridades judiciales atendieron la situación. Del otro caso sí hay más información: se trata de Marta Carolina González, de 53 años; el incidente ocurrió mientras esperaba una cita; su madre relató que tenía un problema mental.
La situación es aún más crítica en el departamento de Antioquia. Según los cálculos de las autoridades, cada día se registra un suicidio en esta región del país. Tal como ocurre en la ciudad, los hombres son los que recurren con mayor frecuencia a esta práctica por problemas familiares o antecedentes médicos.
Recientemente, un señor de 55 años se lanzó desde el piso cinco de su unidad residencial, ubicada en Sabaneta, mientras sostenía en sus brazos a su hijo de 22 meses. Se ubicó en una de las ventanas y se arrojó al vacío. Su deceso ocurrió tres horas después en una clínica del Valle de Aburrá. El menor se salvó de milagro.
Frente a este panorama, desde el Concejo de Medellín les pidieron a las autoridades ponerles la lupa a las acciones que se están tomando en la administración distrital para mitigar el panorama crítico que estaría teniendo la salud mental durante las últimas semanas en la capital de Antioquia.