Hay consternación en la ciudad de Medellín (Antioquia) por la inesperada y extraña muerte de una mujer, quien laboraba en el sector salud, cuyo cuerpo fue hallado al interior de un vehículo.
La impactante escena fue descubierta el pasado viernes 28 de abril, cuando un guarda de seguridad que hacía su ronda se percató de la presencia de la mujer en el parqueadero de la Clínica CES. Inicialmente, se pensó que estaba dormida, pero tras tocar a la ventana del vehículo y ver que la mujer no respondía, la situación fue reportada.
Luego de abrir el automotor, se confirmó que la mujer no tenía signos vitales. Versiones preliminares señalan que la víctima tenía un catéter en una vena de la pierna derecha, por lo cual se presume que ella misma se habría aplicado alguna sustancia para acabar con su vida.
Según se conoció, la víctima se desempeñaba como anestesióloga en la misma clínica y respondería al nombre de Natalia, de 32 años.
Minutos después, al sitio acudieron uniformados de la Policía y el CTI de la Fiscalía, cuyo personal se encargó de realizar la inspección técnica de la escena y el levantamiento del cadáver, el cual fue trasladado hacia la morgue de Medicina Legal donde será sometido a análisis forenses para determinar exactamente qué provocó la muerte de esta profesional de la salud.
No cesa la aparición de cadáveres
Los integrantes del Cuerpo de Bomberos de la capital antioqueña rescataron el cadáver de una persona en las aguas del río Medellín, específicamente en cercanías a la estación Acevedo, que se ubica en la frontera con el municipio de Bello y hace parte de la línea K que lleva al sector de Santo Domingo, en el nororiente de la ciudad, a través del sistema Metrocable.
Lamentablemente, son frecuentes los sucesos de esta clase en el afluente hídrico, que al parecer se relacionan con los hechos de rivalidad entre pandillas por el control de las rutas para el tráfico de sustancias estupefacientes en las diferentes comunas de Medellín. Las autoridades investigan las circunstancias de este hecho para determinar la identidad de la persona y establecer cómo ocurrió su fallecimiento.
Este punto del río en el límite natural con Bello es tristemente recordado por la aparición constante de cuerpos, tal como sucedió a inicios de marzo cuando fue rescatado el cadáver desnudo de un hombre en las proximidades del polideportivo Tulio Ospina. En esa ocasión, los integrantes del CTI de la Fiscalía General de la Nación lograron determinar durante la inspección técnica que la persona no presentaba signos aparentes de violencia.
La ciudadanía está alarmada por la frecuencia con la cual se presentan este tipo de hechos, como el del pasado 22 de abril, cuando se reportó el hallazgo de un hombre en el río Medellín a la altura de la vereda La Isaza, en el municipio de Barbosa, al norte del Valle de Aburrá.
Apenas unos días antes, encontraron a una persona sin vida bajo el puente del río Man en el kilómetro 2 de la vía entre el municipio de Caucasia y la ciudad de Medellín. Tras las labores de identificación, se logró establecer que se trataba de Daniel David Granda Barbera, de 22 años de edad, quien presentaba varias heridas por arma de fuego.
Entre tanto, el 26 de marzo una persona con residencia no formal dio aviso a las autoridades acerca de la presencia del cuerpo de una mujer de 45 o 50 años aproximadamente que flotaba sobre las aguas del río Medellín. El hallazgo se produjo en el área cercana a las bodegas del barrio Olaya, en la calle 126 Sur con carrera 45.