El Ejército Nacional infiltró al Clan del Golfo en Chocó y les arrebató un poderoso material de guerra con el que intimidaban a los habitantes. En medio de la operación, tres personas perdieron la vida. Al parecer, las víctimas estaban enfiladas en el esquema de seguridad de un temido cabecilla de la organización delincuencial.
Las tropas ingresaron a la zona rural del municipio de Medio Baudó con la certeza de que el grupo ilegal estaba ordenando desplazamientos forzados, homicidios y confinamientos, según los datos que llegaron a la Fiscalía General de la Nación.
Además, estarían ganando dinero por cuenta de la extracción ilícita de yacimientos mineros, narcotráfico y extorsiones. Con todo esto, la Séptima División de la institución le dio el visto a los uniformados para que retomaran el control.
El reto no era nada fácil. El terreno donde estaban las Autodefensas Gaitanistas de Colombia es de difícil acceso y las condiciones meteorológicas no fueron favorables. Con todo esto, entraron a la montaña y los recibieron con disparos.
En medio del intercambio de balas, los militares impactaron a cinco personas que estarían alzando las banderas de la organización. Tres de ellos fallecieron y dos más resultaron heridos, evacuados más tarde por la fuerza pública.
La investigación puso en evidencia que, presuntamente, estos ciudadanos le cuidaban la espalda a alias Firulais, el cabecilla principal de la subestructura Baudó del Clan del Golfo que tiene fuerte presencia en ese departamento.
“Una vez se consolidó el área y en cumplimiento a los principios del Derecho Internacional Humanitario, los mismos militares que minutos antes habían sido atacados, les brindaron los primeros auxilios a los heridos”, señaló el Ejército.
Una vez mejoró el ambiente, un helicóptero Ángel de la Fuerza Aérea Colombiana evacuó a los lesionados hacia un centro asistencial de la ciudad de Medellín donde permanecen hospitalizados, a la espera de ser judicializados por los hechos.
Ahora bien, las tropas pudieron arrebatarles fusiles, ametralladoras, material explosivo, chalecos, municiones, equipos de comunicación y minas antipersona que puso en riesgo la vida de las comunidades que viven en ese sector.
Se detalló que esta unidad de las AGC sería la responsable de imponerle un confinamiento al resguardo indígena de Puesto Indio en el mes de marzo. Igualmente, estuvieron involucrados en el homicidio de un menor de edad.
Hasta la tarde de este 14 de mayo, continuaban las operaciones del Ejército Nacional en el municipio de Medio Baudó donde, además de las Autodefensas Gaitanistas, también hace presencia el Ejército de Liberación Nacional (ELN).
“Con esta operación la fuerza pública, articulada con la Fiscalía, continúa protegiendo a la población civil y debilitando las economías ilegales, a través de la afectación a las estructuras logísticas”, concluyó la institución en un comunicado.
Y es que el presidente Gustavo Petro sostuvo una reunión de alto nivel con los generales de las Fuerzas Militares este viernes, 12 de mayo, en donde tomó la determinación de ordenar que se golpee con contundencia y sin descanso al negocio ilegal del narcotráfico de estructuras criminales como el ELN, el Clan del Golfo y otras organizaciones armadas al margen de la ley.
De la misma manera, el mandatario colombiano indicó que la orden no puede llevar a “confusiones” por el cese al fuego, el cual aseguró que no debe privar a la Fuerza Pública de seguir desarrollando operativos que pongan en jaque la ilegalidad.
“La Fuerza Pública captura la mercancía, nos ganamos el campesinado, si la estrategia social sirve, la alianza campesinado-Fuerza Pública es la base de una nación; todos estos desastres que estamos viendo de las declaraciones de Mancuso, todo eso pertenece al mundo del pasado”, sostuvo Petro.
Y agregó: “Nosotros tenemos que afrontar el problema del presente, nosotros no podemos repetir el pasado, entonces una Fuerza Pública atacando grupos poblacionales no es posible, perdemos la guerra porque los núcleos poblacionales se van con el que tiene el billete”.