Como Anyolina Acevedo Rendón fue identificada la mujer trans que estaba desaparecida desde el pasado 14 de agosto, y cuyo cuerpo fue encontrado sin vida en las aguas del río Medellín, a la altura de la vereda Montañita, en un sector que es conocido como Cinco Riales.
Información preliminar indica que la mujer, de 33 años, se fue a nadar a una quebrada cercana a su casa, y desde entonces su familia no sabía nada de ella. La última vez que la vieron fue en su casa, ubicada en el barrio El Porvenir de Barbosa, Antioquia.
El rescate del cuerpo de las aguas del afluente fue realizado por integrantes del CTI de la Fiscalía, quienes realizaron la inspección inicial al cadáver para lograr determinar las causas que generaron su fallecimiento.
De acuerdo con los primeros datos revelados del caso, su cuerpo fue encontrado a casi cuatro kilómetros de distancia del punto donde desapareció.
Sus familiares buscan reunir el dinero necesario para costear los gastos del funeral, porque no contaba con ninguna afiliación de este tipo y su familia no cuenta con los recursos para hacerlo.
Con relación a casos de personas desaparecidos en los municipios que integran el Valle de Aburrá, integrantes del Grupo de Desaparecidos del CTI de la Fiscalía, con la ayuda de un cerrajero, pudieron ingresar a la vivienda de Manuel Gómez Buitrago, quien fue reportado como desaparecido hace ocho meses por sus familiares. En el lugar fue encontrado el cuerpo sin vida de esta persona.
Lo que se ha conocido del caso es que el cuerpo fue encontrado en uno de los cuartos en alto grado de descomposición, por lo que no fue posible determinar la posible causa de muerte y fue necesario trasladarlo a Medicina Legal, donde se adelantará el proceso respectivo.
El hallazgo se dio el día lunes 14 de agosto, y Gómez Buitrago fue reportado como desaparecido ante las autoridades después de no tener noticias suyas desde el día 18 de diciembre de 2022, cuando lo vieron por última vez.
Este hombre, de 53 años, vivía solo en el barrio Granada de Belén, en la capital antioqueña, en el mismo sitio donde fue encontrado su cuerpo. Su desaparición fue reportada por su hijo y exesposa ante el Grupo de Desaparecidos del Cuerpo Técnico de Investigación de la Fiscalía.
En un caso similar fue encontrado sin vida Nicolás Villegas Ciro, un minero de 40 años, en el corregimiento La Danta, en Sonsón, que estaba desaparecido por al menos 24 horas. Su cuerpo fue encontrado por habitantes que ayudaban en las labores de búsqueda.
El minero, según algunos medios, vivía en el barrio La Esperanza, de allí salió el pasado domingo, 13 de agosto, para su trabajo y no volvió.
El cuerpo de Villegas fue hallado por los habitantes que se encontraban buscando al minero en los alrededores, específicamente en un sector llamado Iglesias, allí encontraron sus útiles de trabajo y rastros de sangre.
Lo que pasará con la pareja de novios que asesinó brutalmente a un reciclador en Medellín
El horror invadió Medellín desde el pasado 20 de febrero, cuando fue asesinado el joven Juan Esteban Herrera Ortiz, quien se dedicaba al reciclaje en las calles de la capital antioqueña. Meses después, las autoridades han tomado una decisión concreta al respecto de los responsables de la tragedia. Esto es lo que se sabe.
Al parecer, alias Monedita ―como era conocido el reciclador―, se había hecho a una deuda con una pareja de novios, con el objetivo de poder adquirir un teléfono celular.
Laura Marcela Gutiérrez Restrepo, alias Brenda, y su novio, Juan José Gutiérrez Estrada, alias el Gordo, fueron las personas que le hicieron el préstamo al hoy occiso. No obstante, el pago no llegó a pesar del tiempo, por lo que estos se llenaron de ira y decidieron cobrar ese dinero con la vida misma.
Así las cosas, interceptaron a la víctima en el barrio Belén San Bernardo y lo apuñalaron varias veces. Al poco tiempo, la comunidad alertó del hallazgo de su cadáver desnudo junto a una quebrada y con al menos ocho heridas de arma blanca.
Con el cuerpo en poder de las autoridades, comenzó toda una investigación para esclarecer los hechos que le causaron la muerte al hombre. De esta manera, la investigación adelantada por una fiscal de la Unidad de Delitos contra la Vida dio fe de la versión anterior y se pudo emitir una orden judicial contra los jóvenes asesinos.
“Ante la contundencia de las pruebas obtenidas por la Fiscalía, los procesados, habitantes en situación de calle, llegaron a un acuerdo judicial con el organismo acusador y aceptaron su responsabilidad en los hechos”, mencionó el ente acusador sobre el caso.
Y es que lo convenido entre la defensa de los procesados, la Fiscalía General de la Nación y un juez Penal del Circuito de Medellín fue que ambos fuesen condenados a 16 años y ocho meses de prisión por el delito de homicidio agravado. Ambos aceptaron los cargos.
Los hechos anteriores incrementan la preocupación de los medellinenses por la ola de inseguridad que vive la ciudad. Además de asesinatos, ha habido elevadas cifras de robos y secuestros.