La violencia contra los taxistas no da tregua en el Valle de Aburrá. La última víctima fue Inés Giraldo, de 52 años, quien fue asesinada con arma blanca el pasado miércoles, al parecer, por robarle sus pertenencias. Llevaba 17 años conduciendo taxi para ganarse el sustento diario y para ayudar a sus tres hijos. Este sería el primer asesinato contra una mujer taxista en Medellín.
Ante este caso, cerca de 700 mujeres taxistas que hay en la ciudad, en conjunto con otros conductores, salieron a las calles para solicitar una pronta acción por este hecho y los demás que han prendido las alarmas de este gremio. La multitudinaria movilización acompañada de pitos, pancartas y globos arrancó en el búnker de la Fiscalía sobre la Autopista Norte, pasó por el comando de la Policía en la Avenida Oriental hasta llegar a La Alpujarra.
Morelia Valbuena, líder gremial de las taxistas del Valle de Aburrá, le contó a SEMANA que no quieren más miedo en las calles ni maltrato contra las mujeres. Hizo énfasis en que los botones de pánico dispuestos por la Alcaldía de Medellín no han sido suficientes para contrarrestar el crimen dentro de los vehículos amarillos.
“Necesitamos que la Policía realice controles permanentes tanto a taxistas como a la gente del común que también han sido víctimas de agresiones, robos e intimidaciones en el servicio público. La problemática que tenemos hoy en día es por la ilegalidad. No dejo de pensar que este hecho que le quitó la vida a nuestra compañera sea por retaliaciones del transporte ilegal”, dijo Valbuena.
El comandante de la Policía Metropolitana del Valle de Aburrá, brigadier general Carlos Humberto Rojas, detalló que hay un avance importante en las investigaciones porque los presuntos homicidas quedaron registrados en las cámaras de seguridad que la Alcaldía tiene desplegadas en este importante eje vial del distrito. A ellos los están buscando.
“En este momento estamos en el desarrollo de toda la línea investigativa sobre la pérdida de esta mujer. Hemos nombrado un equipo de profesionales para esta misión. Lo que hoy buscamos es esclarecer este lamentable hecho, que hoy nos debe unir a todas las instituciones para lograr la captura de estas personas”, mencionó el oficial.
En consecuencia, la Secretaría de Seguridad y Convivencia de Medellín está dispuesta a entregar una recompensa de ochenta millones de pesos por información certera que ayude a identificar el paradero de los responsables; también por el suministro de detalles que permitan alcanzar el esclarecimiento de este crimen que tiene en alerta a los taxistas.
Por otro lado, Javier Alonso Yepes, taxista por más de 20 años en Medellín, manifestó que le ha tocado vivir muchas anécdotas negativas en su oficio, pero ahora ve la situación más complicada.
“El lunes por la noche me pasó algo muy delicado. Se me subieron dos mujeres detrás y un hombre adelante, lo último que recordé fue que me taparon la cara y de ahí no volví a recordar nada. Cuando desperté, me tenían con suero y acompañado de la Policía, quienes fueron los que me auxiliaron. En el examen figuraba que me habían dado escopolamina y formol. El doctor me dijo que eso era para dormirme. Me robaron dos celulares, una plata que tenía ahorrada”, relató Yepes.
Antes del crimen de Blanca Inés, esta misma semana fue asesinada una pasajera en un taxi, identificada como Cecilia María González, de 34 años, cuando otra persona que viajaba con ella le disparó, ocasionándole la muerte dentro del vehículo, específicamente en el barrio San Bernardo, Comuna 16 (Belén), de Medellín.
Y es que en lo corrido de este año, según datos de las autoridades en la capital paisa, han sido asesinadas 10 personas dentro de taxis en el Valle de Aburrá. Siete de las víctimas eran conductores y tres pasajeros. La mitad de los crímenes los cometieron en Medellín, dos en Copacabana, dos en Itagüí y el resto en Envigado. Además, en todo el año 2021 se reportaron ocho casos.