Una llamada que ingresó a la estación de la Policía Nacional del municipio de Entrerríos alertó a las autoridades sobre el hallazgo de una caleta que podría contener artefactos explosivos. El material estaba acomodado dentro de recipientes en una de las vías del norte del departamento de Antioquia, zona minada por delincuencia común organizada.
Los hechos se reportaron después del mediodía de este 15 de noviembre. Una persona le detalló a los uniformados que en un balde había pequeños cilindros que les generó sospechas a los obreros que estaban excavando en la vía que comunica a esta localidad con el municipio de Santa Rosa de Osos, localizada en la misma subregión.
“Se informa que, mediante el mantenimiento de las obras, se encontró sobre la estructura de pavimento material explosivo”, reseñó la patrulla que atendió la emergencia. Una vez se dio cuenta del caso, las unidades especializadas en antiexplosivos del comando de Antioquia se dirigieron hasta el sector donde confirmaron la aparición.
En imágenes registradas por los uniformados se observan las labores minuciosas para detonar los elementos que fueron avistados por los funcionarios. En medio de la inspección, se concluyó que dentro del balde fueron puestos 50 kilos de indugel y 50 metros de cordón detonante, utilizados frecuentemente para labores de minería.
Las autoridades sospechan que hace varios años fue escondido el material dado que ya estaba afectado por las condiciones ambientales y, bajo el contexto de este período, no habría indicios de responsabilidades porque no tienen identificados grupos armados que acudan a este tipo de prácticas criminales en esta zona del departamento.
De acuerdo con las estadísticas del Ministerio de Defensa, entre el 1 de enero y el 30 de septiembre, en esta región del país se han descubierto más de quince caletas con las mismas características de Entrerríos. Los hallazgos se reportaron en El Bagre, Apartadó, Valdivia, Ituango y Anorí, donde sí hay presencia de grupos armados.
En el mismo período de análisis, el Sistema de Información Estadístico, Delincuencia, Contravencional y Operativo de la Policía Nacional se documentaron 31 ataques mediados por artefactos explosivos. La situación más crítica se vivió en el plan pistola y paro armado que impulsó el Clan del Golfo en contra de las organizaciones del Estado.
Otro caso
Las autoridades están en alerta por el hurto de once toneladas de explosivos en Antioquia. De acuerdo con la Policía Nacional, con este material se pueden armar hasta doce mil bombas. El crimen está rodeado de misterios y las unidades investigativas del más alto nivel buscan a los responsables con el fin de evitar una tragedia en la región.
El incidente se presentó el pasado 29 de octubre en la vereda Monos del municipio de Uramita. Después de la medianoche, un grupo de delincuentes habría llegado hasta las bodegas de la empresa china Harbour Engineering Company, que hace parte del concesionario vial Autopistas Urabá S. A. S. y construye el proyecto Mar2.
Con armas en mano enfrentaron a las personas que estaban custodiando la infraestructura de la compañía. Los ilegales tenían claro su objetivo: sacar de una habitación los 11.000 kilos de dinamita que compraron los extranjeros para abrir paso entre las montañas de este departamento. Ellos tendrían información previa.
“Siendo aproximadamente la 00:30 horas, de acuerdo con versiones del personal presente durante los hechos, al polvorín incursionó presuntamente de manera violenta un grupo de sujetos fuertemente armados, los cuales hurtaron una gran cantidad de material explosivo”, detalló la empresa en un comunicado dirigido a la opinión pública.
Los ilegales no se presentaron ni dieron indicios de la organización a la que pertenecerían. Sin embargo, se sospecha que podrían integrar al Clan del Golfo a razón de que tiene amplia presencia en la subregión donde ocurrió el incidente. También podría ser un grupo delincuencial que tendría conocimiento en el manejo de este tipo de elementos.