En el municipio de Murindó, ubicado en el Urabá antioqueño, sus habitantes no viven sus mejores momentos debido a una situación que en reiteradas ocasiones se ha presentado. Una empalizada ha tenido obstruido el río Murindó y puede provocar graves emergencias, específicamente en la vereda Bartolo.
Esta situación provocó que las aguas, sin rumbo, arrastraran diferentes cultivos, ganado, aves de producción y hasta mascotas. A esto, se le suma las pérdidas materiales para sus pobladores. Lo han perdido prácticamente todo y nadie responde por ellos.
Precisamente, el representante a la Cámara por el Pacto Histórico Alejandro Toro lanzó un SOS luego de visitar el municipio de Murindó. El congresista confirmó que las familias afectadas debieron ser reubicadas a otro territorio, en el que también corren riesgo; debieron improvisar albergues donde no hay agua potable, por lo que se han visto obligados a abrir pozos para el consumo, con los riesgos que ello trae para la salud.
“Un municipio que ha puesto muchos muertos en la guerra, pero que hoy tiene una tragedia que está afectando a muchas de las poblaciones cercanas, inundaciones y posiblemente puedan existir víctimas, si no tomamos cartas en el asunto. Quiero invitar al Gobierno Nacional, a todas las entidades regionales, a los congresistas, medios de comunicación para que tengamos en cuenta a esta comunidad”, sostuvo Toro.
Además, dijo que solicitan todo el apoyo y solución; una a corto plazo, que es hacer llegar maquinaria; y otra a mediano y largo plazo, con el fin de encontrar una solución real y completa para una problemática que no es nueva, sino que viene desde hace muchos años presentándose.
De acuerdo con el alcalde de este municipio, Oswaldo Quejada Ledezma, la emergencia provocó que 2.823 personas agrupadas en 777 familias perdieran sus enseres, alimentos, cultivos, entre otros.
“El río cuando crece pierde su cauce y se va hacia el lado derecho subiendo, y seguramente se queda sin cauce y va quedando la empalizada. Habría que ampliar todo el cauce para que pueda mantenerse el volumen del agua y también necesitamos construir la vía carreteable”, sostuvo Quejada.
Agregó que desde la Gobernación de Antioquia solo han recibido ayudas para 60 familias y la promesa de 600 millones de pesos que aún no se han hecho realidad en este municipio, donde los políticos se quedaron cortos para brindar ayuda a una de las poblaciones más abandonadas en el país.
Así las cosas, la población se encuentra en riesgo inminente, pues ante cualquier aguacero pueden seguir las afectaciones, provocando que las dimensiones de la tragedia escalen. Cabe recordar que hace 20 días se presentó una emergencia en la Vereda Bartolo, donde se deslizó el cerro Ají por una falla geológica en la que se vieron involucrados el río Coredó y el río Murindó, que causó que se perdiera su cauce y quedara una empalizada de más de tres kilómetros.
Cuando se registró la emergencia en diciembre del año pasado, desde la Gobernación de Antioquia evaluaron las causas de esta empalizada, por lo tanto, un equipo de profesionales técnicos sobrevoló el sector durante la tarde del 27 de diciembre con el fin de buscar soluciones y no poner en riesgo a la población.
Al respecto, el director del Departamento Administrativo de Gestión del Riesgo de Desastres de Antioquia (Dagran), Jaime Enrique Gómez Zapata, informó que luego del sobrevuelo, desde la entidad se transferirán recursos para apoyar la atención del evento. Además, recordó que a inicios de 2022, otra empalizada obstruyó el río en el mismo sector.
El funcionario también informó que, según el reporte del Consejo de Gestión del Riesgo de Murindó, 34 viviendas de la vereda Bartolo fueron evacuadas por la comunidad y la Alcaldía, y se está haciendo el recorrido para la caracterización.
“Lo ideal es que se hagan autoalbergues mientras se hace la intervención con maquinaria amarilla para remover el material. Cuando hay una obstrucción, el río busca otras zonas para fluir y ahí es donde se generan las inundaciones. También hacemos un llamado porque no sabemos si este evento se genera por procesos de deforestación o movimientos en masa que luego el río arrastra. Sabemos que muchas comunidades indígenas usan el río para movilizarse, por eso estamos trabajando con la alcaldía para que nos envíen rápidamente los requerimientos y así poder hacer la transferencia”, agregó el director.