La Dirección de Investigación Criminal de la Policía y el Ejército propinaron un nuevo golpe al Clan del Golfo: capturaron a un narcotraficante invisible al interior de una mansión de lujo en el departamento del Chocó. Las autoridades lo señalan de acopiar las drogas que llegaban desde Antioquia y Norte de Santander para enviarlas a Estados Unidos.
Se trata de alias Poncho, quien residía en la zona rural del municipio de Acandí, rodeado de riqueza y opulencia que habría adquirido con las ganancias del narcotráfico. La hipótesis es que él estaría enfilado en la subestructura Efrén Vargas Gutiérrez, un poderoso brazo armado del Clan del Golfo que delinque en las costas del Pacífico.
Según las investigaciones, este sujeto tendría un papel protagónico en el transporte de cocaína desde Colombia hacia el exterior mediante la modalidad de lanchas go fast. Las embarcaciones partían desde el Chocó hacia Centroamérica, principalmente a Panamá y Costa Rica, para luego llegar a las calles de Norteamérica.
Alias Poncho es requerido por la justicia de Estados Unidos para que responda por el envío de dos toneladas de cocaína ante la Corte Distrital Este de Texas. Él “fue dejado a disposición de la Fiscalía General de la Nación a través de su oficina de asuntos internacionales, a la espera que se realice su extradición”, dijo la Policía.
Esta organización criminal tiene el control total sobre la zona costera del Pacífico. Sin la autorización de sus hombres no puede salir ningún gramo de estupefaciente. Buena cantidad del ilícito se exporta con el sello del grupo, aunque también cobra una serie de impuestos a narcos independientes que quieran usar sus rutas.
Ninguna autoridad se atreve a calcular la fortuna que hoy tiene el Clan, pues sus tentáculos se extienden por todas las ramas de los mercados. Además del narcotráfico, sus hombres se sostienen en armas con las ganancias que les dejan las extorsiones, tráfico ilegal de migrantes y extracción ilícita de yacimientos mineros.
La comandancia está a cargo de alias Chiquito Malo, quien recibió el poder de Dairo Antonio Úsuga David cuando fue detenido en una operación en el Urabá antioqueño. Aunque él coordina todos los movimientos ilegales, está en acercamientos con el Gobierno nacional para un eventual proceso de paz.