Matías Uribe, de 14 años, lleva más de sesenta días en una unidad de cuidados intensivos en Estados Unidos tras contraer una peligrosa bacteria que le arrebató sus extremidades. A pesar del dolor que ha padecido, la fe está intacta: quiere volver a hacer deporte y a tocar el piano.
El 30 de junio empezó la pesadilla con una fiebre alta y enrojecimiento en todo el cuerpo. Sus padres lo remitieron al servicio de emergencias y allí sufrió un paro cardiorrespiratorio. Su corazón se paralizó por siete minutos. Cuando lograron estabilizarlo, fue montado en un helicóptero y trasladado a un centro hospitalario de mayor complejidad.
Catalina Gutiérrez, según lo publicado por El Tiempo, indica que Matías fue hospitalizado cuando empeoró y relata que el primer diagnóstico que les entregaron fue el de una neumonía, “y ya luego nos dijeron que lo teníamos que trasladar de urgencia en helicóptero a otro hospital porque necesitaban equipos más especializados”, le dijo la mujer al medio de comunicación.
Además contó “el 30 de junio nos dijeron que lo que tenía era el síndrome de choque tóxico que eso es producido por la bacteria del estreptococo del grupo A. Esta bacteria le entró al torrente sanguíneo y causó la afectación. Que es muy raro que pase, pero pasa”.
Desde Medellín, su familia lanzó un mensaje de urgencia para apoyar en su recuperación. Su tía, Ana María Gutiérrez, presenció el duro episodio: “Fue conectado a la terapia ecmo, ventilación mecánica y diálisis. Todos estos aparatos lograron salvar su vida, cuando el pronóstico era supremamente reservado. Pero, por toda la falla cardiaca que hubo, sus extremidades no recibieron la suficiente circulación de sangre por un largo tiempo”.
Los especialistas sugirieron retirar la pierna izquierda en tanto tenían un concepto más certero sobre los efectos que causó el paro en su cuerpo. Con el paso de las horas, ordenaron amputar la pierna derecha. Una semana después, vieron importante intervenir ambos brazos. Detrás de todo esto, estaría la bacteria estreptococo tipo A.
Nadie tiene certeza del lugar exacto donde la contrajo. Se sabe que habita en muchas partes, principalmente, en el agua. Antes de los síntomas, Matías estuvo compartiendo en la playa y un lago. Al parecer, el ‘bicho’ se tomó sus pulmones, luego pasó al corazón y hubo un ‘choque tóxico’, como lo denominan los médicos en Estados Unidos.
Desde la unidad de cuidados intensivos, donde espera otras dos cirugías más, recuerda sus entrenamientos de atletismo y las clases de piano. En conversaciones con sus amigos del colegio, les advierte que pronto regresará a las competiciones con una novedad en su cuerpo. En su imaginación está tener “manos y piernas de robot”, detalló la tía.
Con relación a la forma en la que el joven se contagió, Catalina aclara, según lo publica El Tiempo, que los doctores le indicaron que le pudo haber pasado a cualquiera. ”Ojalá yo pudiera tener la respuesta de esto para poder prevenir que a otro papá le pase algo así, no quisiera ver a nadie en esta situación, pero no la tengo”, les dijo resaltando que este proceso ha sido muy doloroso porque su hijo de 14 años apenas está empezando a vivir y a tener nuevas experiencias como la de tener novia.
Los sueños de Matías
Los familiares de Matías y de manera especial su tía Ana María Gutiérrez, asegura que en la lista de sueños está ingresar al programa de ingeniería de la Universidad MIT en Massachusetts. Desde los diez años se está preparando para ser reclutado y, retando las expectativas de los médicos, está dispuesto a levantarse para retomar su vida. En esa tarea lo acompañan sus padres y su hermano, quienes salieron del país hace una década.
Las condiciones económicas serían un obstáculo: deben costear cuatro prótesis y asumir sus terapias. Desde Antioquia, la familia está liderando una campaña para recoger dinero y conocimiento para la recuperación de Matías. Las donaciones se reciben en la cuenta de ahorros Bancolombia: 342-524202-17, administrada por su mamá, Catalina Gutiérrez.
Su historia de vida conmueve cientos de corazones a lo largo y ancho del mundo. Una de las voces que ha tomado protagonismo es la de J Balvin, quien le dedicó unas sentidas palabras: “Matías, un saludo de parte de Jose. Buena vibra. Eres un ejemplo de vida. Mucha fuerza, Dios te bendiga, mucha luz. Un abrazo, siempre. Para adelante, guerrero”.
Si bien sus padres son los que están cargando con la responsabilidad y sus sueños, en Medellín y Rionegro siguen de cerca su proceso con el anhelo que, cada día, el tratamiento dé resultados: “Nosotros tenemos fe y él también. Han sido momentos muy duros, pero ahí estamos. Somos muy creyentes y estamos apegado a eso”, concluyó su tía en diálogo con SEMANA.
*Las fotografías del menor se comparten por autorización expresa de su familia a SEMANA.